Opinión

Nuevo e interesante cuento chino

Por: En el Tintero 23 de Julio 2019

Los tiempos son de apuro, los chinos solían comentar de los occidentales que tenían esa rara costumbre de apurase por nada,  ir rápidamente a ninguna parte, apresurarnos cuando da lo mismo media hora o más de diferencia. Se puede apreciar en la carretera, cuando los vehículos que exceden el máximo de la velocidad de circulación, aunque por poco, son dejados atrás por bólidos que van a exceso de velocidad, por mucho, para llegar a un lugar donde no tienen nada urgente que hacer.

De modo parecido, al momento de sacar conclusiones, sin darse el tiempo para pensar reposadamente en todos los factores que operan, cometer por esa causa severos errores de juicio, o juicios prematuros de las conductas de las personas, como puede suceder en el ámbito laboral, pero también, más imperdonablemente, en la propia casa,

También los chinos tienen cuentos para todo, como el siguiente, formado por frases sucesivas que nos van cambiando la ruta del pensamiento;  «Shang Li va camino de la escuela. Está preocupada por la lección de matemáticas. No está segura de si hoy podrá controlar de nuevo a los niños del curso. Aunque esta, a fin de cuentas, no es una de las obligaciones de una conserje».

Después de plantear el relato y dejar pausas para que la persona piense, es útil examinar que es lo que ha ocurrido durante el ejercicio; sacar conclusiones precipitadas. Es probable que en un primer momento pensara que Shang Li, protagonista del relato, era una alumna, después una profesora, para finalmente descubrir que era una conserje.

La parte estupenda de los cuentos chinos es que al final hay que preguntarse para qué sirven.

 

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