Opinión

Viva la vida

Por: Diario Concepción 02 de Julio 2019
Fotografía: Cedida

Cristina Calderón
Docente del Programa de Ética
Duoc UC sede Concepción

Siempre la muerte nos lleva a replantearnos, a pensar la vida; y por estos días, tras la muerte de la periodista Javiera Suárez, quién sufría de un agresivo cáncer a la piel, ramificado a otros órganos, es que la finitud de nuestra existencia se hizo aún más patente. El tema se hizo presente hasta en nuestro Congreso, con un minuto de silencio en su memoria.

Podría entonces dedicar esta columna a escribir acerca del sentido del sufrimiento y de la muerte (si es que acaso podemos responder a dichas aporías), sin embargo, se hace más urgente reivindicar el valor de la vida, que por estos días también, ha ido perdiendo fuerza. La vida, entendida por los filósofos antiguos como el máximo Bien al que aspiramos y resguardamos; hoy en día es relegada a la ética del utilitarismo, y el ejemplo de Javiera Suárez nos ayuda a replantearnos esta situación. Vivimos momentos donde se despliegan fuerzas para luchar por un aborto libre, buscando prescindir de la vida de otro; más la experiencia de la periodista nos deja como enseñanza que, aquello que sostiene la vida es el amor. Por amor es que decidió continuar con un embarazo de seis semanas, a costa de empeorar su propia salud, movida principalmente por traer a la vida a su hijo.

Vivimos días en que se está abriendo la posibilidad de legislar en favor de una despenalización de la Eutanasia, olvidando ofrecer mejores condiciones a nuestros enfermos terminales, que podrían consistir en replantear las políticas en cuanto a los cuidados paliativos, pues no todos los pacientes desean morir… Días en que hace meses atrás, una pareja de ancianos decide suicidarse junta, antes de continuar con una vida que no consideraban la pena ser vivida.

Como sociedad, es nuestra responsabilidad crear conciencia de la importancia que tiene el mejorar las condiciones en las que viven los enfermos de cáncer, de otras enfermedades catastróficas, onerosas, desgastantes. Debemos cuidar a nuestros ancianos; no debemos permitir que más adultos mayores vivan en situación de calle, como los conocidos por estos días en Puerto Montt. Centrémonos en la vida, en lo que ella tiene para ofrecernos, en dar nosotros también lo mejor que tenemos; ojalá siempre movidos por el amor, como lo hizo Javiera, como lo hacen miles de personas que luchan a diario por disfrutar del regalo de su existencia y de la existencia de los otros, y siempre con dignidad.

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