Opinión

La enfermedad en la pantalla

Por: Procopio 01 de Junio 2019

Razón tenían algunos padres altamente preocupados por el alejamiento de sus adolescentes inmersos en sus celulares, se supone inteligentes, aunque por confirmar la auténtica inteligencia, tanto de los artefactos como la de sus usuarios. No la tenían los desaprensivos, que querían pensar, convenientemente, que era cosa de la edad, signo inofensivo de los tiempos que corren.

La OMS oficializó la adicción a los videojuegos como una enfermedad, ingresándola como carácter psicológico, a mayor abundamiento, fue ingresada a la Clasificación Internacional de Enfermedades y formará parte del capítulo “trastornos mentales del comportamiento o del desarrollo neurológico”, para describir esta adicción que puede llevar al “incremento del deseo de jugar y del grado de prioridad que se le da a jugar en relación a otros intereses y actividades diarias”.

No sólo es una declaración de principios con propósitos de actualizar la cobertura de las patologías que nos afectan, sino elevando el correspondiente pliego de peticiones, o estableciendo, cuando corresponde, obligaciones, como ocurre con los países participantes de la organización, que para el 2022 deberán ofrecer los tratamientos para este desorden psicológico.

Como era de esperar, los filantrópicos y desinteresados empresarios de diversas compañías de videojuegos como Polygon y Entertaiment Software Association, describieron a esta medida como arbitraria y carente de evidencias suficientes, lo cual no es para nada sorprendente.

Debe entenderse, sin embargo, que la OMS también se dirige a las familias, que tienen el papel principal en esta propuesta, hay que ayudar a despegarse de la pantalla, la versión moderna de los cantos de sirena.

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