Opinión

Frescuras en el Congreso

Por: Diario Concepción 22 de Marzo 2019
Fotografía: Diario Concepción

Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

Varias veces he comentado la gran cantidad de fórmulas que usan los parlamentarios para poder “capear” la pega. Simples inasistencias, escapadas al extranjero en semanas distritales donde no existe control de asistencia, los falsos permisos sin goce de dieta, las actividades propias de la actividad parlamentaria, las licencias médicas o la simple fuerza mayor. Dejo para el final el famoso permiso constitucional que los inmuniza de cualquier descuento de dietas y asignaciones.

Uno se pregunta si después de tantas denuncias existe realmente un incentivo a dejar de aprovecharse de su posición de poder, ya sea en el bolsillo o algo así como avergonzarse, o simplemente incomodarse de ser reconocido como un pillo o fresco. Lamentablemente y en base a la evidencia que entregan las propias actas de la cámara, los abusos continúan.

Como plantea Mankiw, los individuos responden a los incentivos y deciden comparando costos y beneficios; por tanto, su comportamiento sólo puede cambiar si existen cambios en los costos o beneficios.

Pero los parlamentarios se han encargado de mantener inalterables los costos y más aún han generado reglamentos con castigos que benefician abiertamente el aprovecharse de estas posibilidades. Algunos antecedentes: A pesar de que su dieta es de mas de 9 millones mensuales, una inasistencia a sesión o comisión sólo cuesta $186.977. Lo que llaman permiso sin goce de dieta cuesta $150.000 (medio día $75.000). O mandarse una embarrada que te lleve a la “temida” comisión de ética puede costar desde $93.488 a $373.954. Faltas a la probidad, transparencia o ética desde el 2% al 15% de la dieta. O sea, en términos económicos, no hay incentivo a mejorar.

Y, por cierto, no les preocupa nada la imagen pública y el costo que un mal comportamiento tiene. Ellos deciden racionalmente en términos marginales.

Los invito a leer las actas de diciembre y enero para percatarse de como funciona el asuntito. Algunos ejemplos, Camila Vallejo faltó el 18, 19 y 20 de diciembre (trabajó el 13 y volvió el 2 de enero) todo por un descuento de $375.000. Varios UDI que pidieron los primeros días de enero para alargar el feriado de año nuevo, recibieron $225.000 de descuento. Un caso emblemático del verano es el de Joaquín Lavín, quien el 23 de enero avisó que se iría a EE.UU. el 20 de febrero y que volvería el 10 de Marzo. El mismo día presentó una solicitud de permiso sin goce de dieta por los días de sesión 5, 6 y 7. El alargó 10 días sus vacaciones llegando a casi 40 días y su descuento fue de $375.000. Un crack para algunos.

No hay buenas leyes, una pobre fiscalización del gobierno y una discusión mediocre porque muchos solo están interesados en aparecer en los medios y hacer propaganda vía redes sociales; Contraloría no los puede fiscalizar ni el Consejo para la Transparencia puede emitir opinión. ¿No será hora de que la ciudadanía deje de ser tan pasiva con tanta frescura?

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