Pamela Espinosa B.
Psicóloga, Coach Profesional
Pontificia Universidad Católica de Chile. bac.cafeconcepcion@gmail.com
¿Es usted de las personas que vive el día a día como si fuese un hermoso paisaje o como si fuera un problema matemático? Si es de las personas que se aproblema frecuentemente, tal vez esté utilizando un paradigma basado en el temor mas que en la confianza.
Si usted quiere encontrar explicaciones para sus temores, podrá ver en cada detalle, justificaciones para no atreverse; sin embargo, las personas que viven cada día como si fuese un hermoso poema o una gran oportunidad son capaces de ver, con mayor facilidad, las opciones que ofrece la vida, de tomarlas y obtener así grandes satisfacciones.
No esperemos a que se dé el momento perfecto, por que éste nunca llega, siempre ocurre algo. Nos pasan tantas cosas en la vida… en el trabajo, con la familia, en el mundo… Todo se mueve de forma permanente, esto ha sido siempre así y lo seguirá siendo. ¿Cómo entonces podemos cultivar la tranquilidad y felicidad personal en medio de cambiantes corrientes y hechos muchas veces incontrolables? Cuando usted centra su equilibrio personal en “los eventos que le ocurren”, pone su bienestar a merced de los “giros del destino y del devenir de la vida”; así, es difícil encontrar la Estabilidad Emocional.
El concepto de estabilidad emocional significa estar en forma tanto en lo mental como en lo emocional, tener la capacidad para vivir las jornadas diarias fluyendo de forma natural y disfrutando de las cosas que ocurren, tanto si nos agradan como si no, sin irnos a reacciones emocionales extremas por los eventos negativos que cotidianamente suelen ocurrir.
Cultivar la estabilidad emocional, significa habituarse a tener un punto de equilibrio emocional ubicado en nuestro interior, un espacio interno de paz y conexión con nosotros mismos y no en la contingencia de lo que nos pasa, fuera de nosotros. Cuando somos vulnerables emocionalmente, distinguimos entre estar bien o estar mal; esto ocurre porque vivimos las emociones negativas de forma extrema.
Sin embargo, las personas sanas emocionalmente evidencian lo negativo de forma suave, incluso saben disfrutar también de la ligera tristeza o de los activadores nerviosos. Al estar equilibrados cognitivamente se activa nuestra capacidad para observar la belleza de la vida y fijarnos más y mejor en las cosas hermosas que nos rodean. Pocas cosas entregan tanto bienestar como ser capaces de vivir con plenitud y apreciar con intensidad los pequeños placeres de la vida, agradeciendo el hecho de estar vivos.
Dejar de tener miedo por lo que nos pasa día a día, es en realidad más fácil de lo que parece. Al decidirnos a finiquitar nuestros temores, adquirimos una enorme ventaja, ya que las personas fuertes emocionalmente y felices, disponen de muchas más oportunidades porque simplemente se atreven a todo, mientras que la mayoría de las personas se pierde en excusas y explicaciones.