Opinión

Sinuosa búsqueda de la verdad

Por: Procopio 13 de Diciembre 2018

Para no entrar en consideraciones más sesudas, todo o que logramos saber se podría definir como nuestro equipaje académico, de tal modo que cada uno de nosotros tiene un conjunto de verdades en lo que le es propio, en profesión u oficio, más y otro puñado de verdades universales, que forman el andamio para lo que nos toca construir en este mundo cruel.

Parece un concepto fácil, trabajar con lo que es cierto, seguro, real. Pero cómo crecemos y cambiamos, del mismo modo puede cambiar la interpretación y el valor de ese equipaje, por lo tanto, aunque sea básicamente la misma información, podemos usarla de otro modo con resultados diferentes, la misma experiencia, vista con otros ojos, aunque sigan siendo nuestros, no es la misma. Lo expresa, menos sucintamente, Kant, en Crítica de la razón pura, como somos imperfectos imperfectas han de ser nuestras apreciaciones, variables, como lo que nos rodea y cómo nuestro mundo interior, no exactamente el mismo cuando teníamos veinte años, por ejemplo.

Hay frases que indican la necesidad de estar en lo cierto, que algo sea confiable, que no sea engaño o mentira. Se ofrece algunos datos para el diagnóstico diferencial; la verdad espera, la mentira siempre tiene prisa. La astucia requiere de vestidos, la verdad prefiere andar desnuda. Sacando de cada una de estas propuestas un pedazo, termina uno por entender que la búsqueda de la verdad, aunque sea de ella una porción minúscula, requiere de paciencia, de humildad, de calma, de ausencia de soberbia.

Cuando alguien tiene una sola verdad, que no puede entender la verdad de otro, ha dejado de aprender, la verdad está sujeta a revisión, mala cosa si alguien insiste en tener la tarea terminada.

PROCOPIO

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