La locución latina cum grano salis traducida literalmente significa “con un grano de sal”, por tanto, no explica por sí sola qué sentido tiene, se usa para dar a entender que uno debe aplicar una capa de sano escepticismo a una determinada afirmación y no darla por certeza absoluta sin haberla contrastado antes debidamente, o sea, según como marcha hoy el mundo, hay abundantes oportunidades para tomar las cosas con esa pizca de sal.
El origen de la frase es bastante venerable, se le atribuye a Plinio el Viejo, en su Naturalis Historia, su obra magna, en la cual se refiere a un documento encontrado por Pompeyo el Grande, tras su victoria en 63 a. C. sobre Mitrídates VI. En los archivos de este un rey, con permanente temor a ser envenenado, había una coleccionen de recetas efectivas para contrarrestar las aspiraciones de interminables aspirantes al trono.
La receta, que tomada en ayunas protegía durante ese día contra cualquier veneno, consistía en dos nueces secas, dos higos y 20 hojas de ruda, a lo que debía añadirse “un grano de sal”, lo que parece aportar un sentido irónico, expresando una duda razonable sobre la efectividad de tales menjunjes actuando como antídotos, sobre todo, sabiendo de lo avanzada que estaban las técnicas de envenenadores profesionales, en esos tiempos.
En muchas lenguas europeas la expresión se usa tal cual, en sentido irónico o escéptico, a diferencia del español, así, según la RAE, se trata de manejar algo “con prudencia, madurez y reflexión”, por eso, las precauciones culinarias; la pizca de sal, o sea no pasarse. Uso este último altamente recomendable, sobre todo, cuando no estamos muy seguros de la naturaleza de la circunstancia que estamos enfrentando. Como se entiende cada vez más; cuidado con la sal.
PROCOPIO