El acero empató sin goles contra Everton, porque el árbitro no vio que el remate de Huerta había ingresado totalmente al arco. En el acero piden tecnología para dilucidar estos temas. Como en el Mundial, como será en el futuro.
Cuando apareció por primera vez, muchos le hicieron la cruz al VAR. Pusieron el malentendido romanticismo del fútbol delante la justicia, como si jugar con dos chalecos en forma de arco hiciera las cosas más lindas. Creyeron que se acabaría la picardía, aunque en el fútbol siempre la picardía ha estado a un paso de la trampa. Como la mano de Maradona, como Henry eliminando a los irlandeses. ¿Vale la pena perder dos minutos de la vida para asegurarse que las cosas son justas? Yo diría que sí. En el deporte y en lo que sea. Siempre.
El Mundial de Rusia fue una prueba de fuego. Se cobraron 29 penales, lo que es una cifra impresionante, considerando que el récord lo tenía Italia ‘90, con “apenas” 18. Eso significa una sola cosa: había muchos penales que sí lo eran y se dejaban pasar. Y la conversación de sobremesa en junio y julio cambió radicalmente. Ya no estábamos hablando de que Argentina pasó por un error del árbitro o que a un equipo chico lo dejaron fuera porque hubo robo. Pasaron los que tenían que pasar, ganaron los que tenían que ganar. Se perdieron dos minutos, pero da igual. La mitad de los penales cobrados habían pasado colados hasta que solicitaron el VAR. Así de importante.
Los tramposos siempre van a preferir el resquicio como salvavidas. Pero la trampa es linda hasta que te toca. Porque la mayor parte de las veces el árbitro no se equivoca por mala intención, sino simplemente porque es humano. Porque el ojo no es tan rápido y si la pelota pica en el travesaño y abajo cuesta saber si entró o no. Nos pasa a todos. Necesitamos la repetición para sostener qué pasó realmente.
Y, claro, en Italia ya se aplica. Este fin de semana, Juventus empataba -con Ronaldo y todo el circo- y le anularon un gol a los ‘88 porque el VAR lo mostró así. Porque era justo. El grande ya no fue favorecido. ¿Se imagina lo lindo que sería un mundo así de justo? Pero en Chile falta mucho para llegar a eso. Porque el sistema es caro, porque se está negociando la venta del Canal del Fútbol y ese es el principal ingreso de los clubes y nuestro torneo nacional. De eso depende implementarlo o cómo implementarlo, porque la mayoría de los clubes están de acuerdo hace rato en que es una necesidad.
Y mientras tanto, Huachipato se ve perjudicado de nuevo. Valber Huerta anotó y debió ser 1-0. Algo que le cuesta y que por eso duele más que se lo saquen del bolsillo. Y ya le había pasado contra Antofagasta, también el año pasado un par de veces. No es nada contra los árbitros. Al contrario, es una herramienta de precisión para su trabajo. Es urgente. Es simplemente justicia.