Opinión

¿Hasta cuándo?

Por: Diario Concepción 17 de Agosto 2018
Fotografía: Diario Condeza

Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

Posiblemente poca gente se enteró que los parlamentarios hicieron este “arreglín” para convertir el feriado del pasado miércoles en un gran sándwich, adelantando pega entre lunes y martes. Quizás en las redes sociales algo se comentó a raíz de la denuncia de un diputado que encontraba que lo que estaba ocurriendo era un abuso, pero la verdad es que no hubo más escándalo que eso, y el diputado rápidamente acallado con acusaciones de oportunismo político, ya que el asuntillo había sido acordado por todas las bancadas semanas atrás.

Y no es raro que nadie se sorprenda de las frescuras de nuestros parlamentarios, ya que la actividad está llena de estos pequeños abusos. Normalmente sesionan martes, miércoles y jueves (1/2 día), pero ahora hicieron toda la pega-solo 3 sesiones-en dos días( la verdad es que partieron el lunes a las 15.00 horas). De hecho, el día martes hubo una sola sesión desde las 10,36 hasta las 14,19 horas, por lo que, aquellos que no tenían sesión de comisión en la tarde, se pudieron retirar habiendo trabajado mediodía. Incluso, y esto ya es como pelambre, los comité acordaron suspender el tiempo destinado a los proyectos de acuerdo y la hora de incidentes, para dedicarse al tema del sueldo mínimo, pero asumo nadie dijo: “hagamos una sesión extraordinaria en la tarde(…), o sea, como para que no se note tanto”. La tabla ya se había organizado así.

Y no es que uno le tenga mala a esta gente, pero sorprende el nivel de aprovechamiento de su condición. Aquí acomodaron el trabajo legislativo para tener más días libres, pero la lista de posibles instancias para capear el trabajo es larga: Existen los días de permiso sin goce de dieta (les descuentan solo un tercio de lo que ganan por día). Existen los avisos de salida al extranjero combinados con permisos de días sin goce de dieta, lo que es aprovechado para tomar vacaciones en cualquier época de año (con descuento ínfimo).

Existen los avisos de viajes al extranjero sin esa combinación, que son usados en las semanas distritales en que no hay control de asistencia (sin descuento). Existen los permisos constitucionales que inmunizan al parlamentario y que les permite no tener ningún descuento. Existen los avisos por fuerza mayor, las licencias médicas por un día y los avisos de inasistencia para cumplir con actividades propias de la labor parlamentaria (normalmente invitaciones). Y, por cierto, no ir a trabajar sin expresión de causa.

Yo esperaba que habiéndose renovado más del 70% de la cámara de diputados y habiendo llegado gente nueva, gente que no venía contaminada con estas prácticas abusivas y mucha gente joven, el asunto cambiaría. Por lo visto, de a poco todos han asumido que la condición de abuso es inherente al cargo. No bastan $9.200.000 mensuales más bencina, pasajes, gastos varios y asesores. Hay que abusar hasta que duela.

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