Opinión

Recetas dudosas y dolores insufribles

Por: Procopio 23 de Junio 2018

Suetonio, el conocido autor de Vida de los Césares, cuenta de lo fastidioso que se ponía Nerón al andar por ahí con dolor de muelas, insufrible inconveniente para un persistente y acrítico músico aficionado, quien no prestó la debida atención a la información de la época, por ejemplo a un insigne sabio y naturalista del siglo primero, Cayo Plinio Segundo, Plinio el viejo, aquí en confianza, quien aconsejaba, en casos como el del emperador de Roma, salir al campo, buscar un sapo y escupirle en la boca para traspasarle el dolor de muelas.

Adicionalmente, se puede informar que ese autor del  best seller de la época,  Naturalis historia, describía, con igual certeza. haber visto un personaje en Samotracia a quien le habían salido dientes nuevos a la tierna edad de 104 años y que había individuos con dientes tan venenosos que apagaban el brillo de los espejos y mataban a las crías de las palomas con sólo el aliento. Todo esto dos mil años antes que Gabriel García Márquez, que no dio señales de haberlo conocido.

Los consejos de tan insigne sabio no se detenían en ese punto. Tenemos todavía otras tentadoras opciones para librarnos de las odontalgias, se puede, si no encontramos sapos a quienes escupir, utilizar cenizas de la cabeza de un perro rabioso, mezcladas con aceite de ciprés y puestas en el oído del lado adolorido. Aunque estos ingredientes son de relativo fácil acceso, también resulta infalible comerse un par de ratones al mes.

Para quienes suelen visitar las páginas de internet repletas de remedios milagrosos, semillas que curan de todo, secretos de naturaleza, para recuperar  vigores perdidos, es hasta cierto punto es reconfortante saber que desde hace tanto tiempo hay personas con imaginación prodigiosa que ofrecen un mundo mucho mejor que el real.

PROCOPIO

Etiquetas