Pamela Espinosa B.
Psicóloga, Coach Profesional Pontificia Universidad Católica de Chile.
bac.cafeconcepcion@gmail.com
La expresión Océanos Rojos y Océanos Azules fue acuñada por los estrategas Renée Mauborgne y Cham Kim. Los océanos rojos representan a todas las industrias y negocios existentes en la actualidad. Es el espacio conocido del mercado. Por otra parte, los océanos azules simbolizan a todas las industrias que no existen actualmente. Es el espacio desconocido del mercado.
Estos catedráticos realizaron estudios en base a 150 movimientos estratégicos de empresas durante un período de 100 años, en 30 industrias a nivel mundial, y en conclusión plantean que las empresas líderes del mañana no lograrán el éxito batallando contra sus competidores, sino creando océanos azules de espacios de mercado listos para crecer.
El Océano Azul se define como el espacio para desarrollar nuevos negocios, productos, servicios y mercados, aún no aprovechados, pero que tienen el potencial de crear demanda y oportunidades altamente rentables, en el cual la competencia pierde relevancia, ya que nos focalizamos en un nuevo tipo de producto.
En contrapartida, los Océanos Rojos representan a todas las industrias, productos y negocios que existen actualmente, en el cual las compañías y negocios tratan de superar a sus rivales a fin de llevarse una mayor participación de la demanda existente. A medida que el mercado se satura se reducen las perspectivas de rentabilidad y crecimiento, los productos se convierten en bienes genéricos y la competencia a muerte tiñe de sangre el agua del océano rojo. ¿No es esto lo que nos está pasando como sociedad?
Son tantas las personas y tan pocas las vacantes; nuestros hijos estudian carreras que saturan el mercado laboral quedándose sin oportunidades. Si la torta es una sola, repartirla en tantos pedazos nos dejará a todos con hambre. Entonces, en vez de pelearnos las migajas, mejor construyamos más y nuevas tortas.
Todos los expertos señalan que la flexibilidad de la sociedad, la capacidad de innovar, de adelantarse a los tiempos y de crear un estado moderno, hará la diferencia entre aquellos países que podrán subirse a la Revolución Tecnológica, y aquellos a los cuales simplemente les va a pasar por encima. En los próximos 20 o 30 años la mitad de los trabajos que hoy día conocemos, van a ser reemplazados y también se van a crear nuevos trabajos. ¿Hacia dónde vamos o hacia dónde queremos ir?
Lograr que todo Chile emprenda significa abrirnos a un Océano Azul. No podemos seguir pretendiendo satisfacer todas las necesidades con una única fuente de ingreso económico. Necesitamos aprender a crear nuevas fuentes de ingreso de dinero. Nuevos Océanos Azules.