Opinión

Bárbaros a su propio aire

Por: Procopio 22 de Mayo 2018

Un grupo, en medio de la justa protesta para conseguir educación no sexista, para eliminar violencia y terminar con el acoso, decidió que lo más apropiado para conseguir tales cambios, era hacer una fogata en el escudo de la Universidad de Concepción.

Es para preguntarse qué clase de personas están emergiendo en esta sociedad nuestra, que han concluido que la manera correcta de tener las cosas como las desean es actuar violentamente contra aquellos que, a su criterio, parecen estar en el camino que les impide alcanzar sus objetivos, sin la mesura necesaria como para considerar que sus objetivos tienen que ser coincidentes con la voluntad de la mayoría.

Hasta cuándo habrá que permitir que estas acciones se confundan con la libertad de expresión, con los derechos que la democracia acepta como permisibles para expresar voluntades. Hay que agregar una profunda reflexión sobre el comportamiento de estas personas, las que creen que su voluntad, su particular noción de lo necesario, debe imponerse por la fuerza.

La educación para la civilidad parece no ser suficiente, el respeto a personas e instituciones tiende a ser un principio discutible, el poder de las ideas, la capacidad de diálogo no han tenido suficiente escenario, para entender que es posible entenderse más por la razón que por la fuerza. Puede ser que en los hogares o en los colegios estos temas no se hayan tocado con suficiente fuerza y el resultado es que sea concebible, por ejemplo, ofender un símbolo de profundo y entrañable significado para los universitarios.

Este tipo de conductas, que reiteradamente tenemos que observar, son síntomas de una patología social para la cual habrá que tener, colectivamente, pronto remedio y en el intertanto, poca tolerancia.

PROCOPIO

Etiquetas