Opinión

Los pobres niños de Esparta

Por: Procopio 19 de Mayo 2018

La historia le echó la culpa a Licurgo, de haber organizado Esparta, mucha pega para un legislador del que no se sabe a ciencia cierta qué tiene de real y qué de legendario. Para partir por algún lado, se le ubica cronológicamente entre los siglos IX y VII a.C.

Según la tradición, consultó al Oráculo de Delfos para redactar los principios sobre los que se asentaría la sociedad espartana, aunque en realidad éstos parecen provenir de tiempos remotos de la era arcaica. Lo más famoso de la cultura espartana era la agogé, una educación durísima para lograr una sociedad que se comportaba como era una máquina bien engrasada que funcionaba gracias a unas directrices estrictas que se cumplían a rajatabla.

Cuando un bebé nacía, una comisión de ancianos lo inspeccionaba para valorar sus aptitudes físicas. Si pasaba este examen, el niño tendría derecho a un lote de tierra y sería acogido en la comunidad, de lo contrario era desechado, o eliminado, los seleccionados volvían a sus casas y eran criados por sus padres y el servicio doméstico hasta los 7 años.

A partir de allí se encargaba el Estado, con un régimen despiadado para hacer soldados a todo evento, las mujeres por otro lado recibían un trato no demasiado diferente y al final tenían parecidos derechos, para irritación del resto de Grecia. Si una mujer moría de parto era tratada con el mismo honor que un hombre caído en batalla, puesto que ambos habían fallecido sirviendo al Estado.

Casi toda la leyenda de dureza en la formación de niñas y niños parece ser verdadera, realmente era la supervivencia del más apto. En tiempos actuales, para homologar esa formación de crueldad inmisericorde, habría que imaginar un curso de educación básica sometido a una sistemática expropiación de celulares.

PROCOPIO

Etiquetas