Opinión

El trabajo de las gallinas felices

Por: Procopio 16 de Mayo 2018

Al fin, después de larga e inexplicable espera, la Revolución Francesa extiende sus beneficios a las gallinas, en efecto, a partir de 2022, Francia solo permitirá la producción de huevos en espacios donde las gallinas estén libres y no en jaulas. El escenario de miles de gallinas encerradas en cubículos que no les permite moverse, transformadas en máquinas productoras de huevos, es ideal desde el punto de vista empresarial, difícilmente se puede discurrir algo más racional y eficiente, pero al mismo tiempo es muy difícil imaginar algo más despiadado.

La actitud del hombre frente a los animales, domésticos o no, es algo que ha está siendo sometido a análisis, el derecho bíblico de explotar a los animales como el emperador del planeta “señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”. Permiso con patente de corso que nuestra especie se tomó al pie de la letra.

Según ha evolucionado la cultura, más parece ser que el hombre es otro usuario de los bienes de la Tierra, un poco más pensador eso sí, asunto que no es excusa, sino todo lo contrario, para explicar por qué se ha encargado de abusar con todo lo que la naturaleza oferta. Nos toca empezar a comprender que estamos todos los seres vivos en una larga cadena vinculada por factores no siempre evidentes.

Las gallinas son un ejemplo, preocuparse de cómo se producen los alimentos, sobre todo si estos tienen un origen animal, es algo que de a poco está interesando a más y más consumidores. En Chile también está prendiendo y el ejemplo más claro son los huevos de las denominadas “gallinas felices”, sueltas y escarbando, como debe ser, puede ser que sus huevos contengan más felicidad.

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