Opinión

PS en Chile: 85 años de historias

Por: Diario Concepción 19 de Abril 2018
Fotografía: Diario Concepción.

Danny Monsálvez Araneda
@MonsalvezAraned

Un 19 de abril de 1933 un grupo de personas se congregaba para dar vida al Partido Socialista de Chile. Entre sus fundadores se destacan, entre otros, a Eugenio Matte, Oscar Schnake y Eugenio González. Entre las fuentes ideológicas que nutrieron al socialismo a contar de los años treinta se pueden mencionar el anarquismo, socialismo libertario, humanismo, el nacionalismo progresista y una propuesta latinoamericanista.

Este nuevo partido de izquierda abrazó el marxismo como doctrina y método de interpretación de la realidad; asimismo, como señala Julio Cesar Jobet, el Partido Socialista congregó a trabajadores manuales e intelectuales, clases medias y pequeña burguesía. A lo anterior se puede sumar la presencia de un segmento militar y masónico en su fundación.

De la conformación de ese variopinto grupo, se puede explicar uno de los rasgos que marcará la historia del partido en estos 85 años de vida: la aparición de corrientes/tendencias internas, las tensiones y la presencia de caudillos o liderazgos.

Desde su fundación, el socialismo ha transitado por varias etapas y momentos no menos convulsos, desde las divisiones de los años cuarenta hasta su reunificación en 1957. Entre medio, la irrupción de Salvador Allende como líder indiscutido y sus intentos por llegar a la presidencia de la República, a lo cual se puede sumar los debates internos sobre el sistema de alianzas o bien las controversias sobre la vía revolucionaria (lucha armada) o institucional para la construcción del socialismo. Si bien los congresos del 65 y 67 se inclinaron por lo primero, el partido nunca dejo de participar de las elecciones, en el parlamento y en el debate público.

Sin duda los años setenta fueron un momento paradójico para el partido. El triunfo de Allende significó la culminación de un proceso en la construcción estratégica de la vía chilena al socialismo; pero los controversiales años de la Unidad Popular, convertirían al Partidos Socialista en uno de los principales protagonistas del periodo.

El golpe de Estado de 1973 conllevó toda una travesía para los socialistas. A la represión de la dictadura, se sumó el análisis y autocrítica sobre el fracaso y derrota. Fines de los setenta y la década de los ochenta se caracterizarían por un proceso de renovación; es decir un cambio político, cultural y epistemológico. Atrás quedaban los ideales políticos revolucionarios de los años 60 y 70 para dar paso a la idea de buscar lo posible, aquello que Lechner denominó “Realismo político”.

Desde hace unos años el partido, así como otras colectividades, vive un proceso de cuestionamiento ciudadano. Lamentablemente tenemos que decir que ese gran partido que animaba los debates públicos, las discusiones sobre el tipo de Estado y sociedad, así como formador de jóvenes y espacio de encuentro intelectual, se ha ido apagando peligrosa y lentamente. No dejemos que eso ocurra.

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