Opinión

La nueva “vieja” ley migratoria

Por: Diario Concepción 31 de Marzo 2018
Fotografía: Diario Concepción.

Dr. Luis Franco Gaviria
Académico Unab

Las críticas del subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, a la gestión del ex director de Extranjería, Rodrigo Sandoval, que calificó como permisiva respecto a la masiva llegada de migrantes, no pasaron inadvertidas en los mundos políticos y académicos.

Sorprendieron no sólo a los diputados con los que habían acordado discutir los temas antes de hacerlos públicos, sino porque evidencia que el problema con la migración no es de los migrantes sino de la falta de capacidad para responder a las exigencias de nuestra realidad diversa y multicolor. Esto nuevamente deriva en la urgencia de un proyecto de ley migratoria acorde a las circunstancias actuales.

Preocupa que el proyecto de ley que se enviará próximamente es el mismo que presentó el primer Gobierno de Piñera, en 2013, y que levantó todo tipo de críticas, por las cuales debió ser retirado luego de darse a conocer. El anuncio de que dicha propuesta tiene algunas indicaciones, y que recoge la experiencia vivida con la inmigración bajo el Gobierno de Michelle Bachelet, da para pensar que las consideraciones de la mencionada iniciativa seguirán siendo la seguridad del Estado y no los Derechos Humanos.

Para avanzar de una manera real frente al tema de la inmigración en Chile, no hay que ir tan a la ligera. Una nueva ley migratoria, pero fundada en el viejo espíritu, nos entregará los mismos tecnicismos que desde 1953 se quieren borrar y modificar. Mientras solo se hable de control, visación, documentación, permisos, sanciones, multas, denuncias, prohibiciones, impedimentos, policía, seguridad nacional, defensa nacional y solvencia económica del migrante, entre otros términos, sólo se invisibiliza que estamos hablando de personas, que debe ser el punto central en esta materia. Se trata de hombres y mujeres que salen de su país para instalarse en otros territorios, confiados en que, por lo menos, el derecho universal a la no hostilidad pueda protegerlos.

De esta manera, Chile no solo estaría desconociendo los avances y los tratados que en materia de migración internacional han logrado levantar algunos países, sino que también se dejarían al margen las obligaciones legalmente asumidas en materia de derechos humanos con la comunidad internacional y con los procesos de integración regional. Se espera que este “nuevo” proyecto de ley migratoria no vaya en contravía de lo que el país necesita para su desarrollo.

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