Jorge Porter
Ingeniero Comercial UdeC
Las autoridades chilenas no dejan pasar oportunidad para decir que Chile ha cambiado, pero lo desconfiados que somos los chilenos no ha variado.
De acuerdo a la RAE, confiar es “Depositar en alguien, sin más seguridad que la buena fe y la opinión que de él se tiene, la hacienda, el secreto o cualquier otra cosa.”
Indudablemente, en Chile si no está la ley, el decreto, el reglamento, algo escrito frente a un notario o “donde mis ojos te vean” no aceptamos firmar un documento.
La desconfianza que hemos ido adquiriendo hacia otras personas, hacia autoridades, hacia el gobierno de turno o hacia organizaciones de distinto tipo es perniciosa y debemos hacer un esfuerzo grande en mejorar.
A veces, se publicita o se informa hechos que hoy llamamos la posverdad, que es la “distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”. Es evidente que la posverdad ha existido siempre, pero con la diferencia que hoy la velocidad con que se difunde por diversos medios y redes sociales con millones de personas conectadas tiene un impacto y efectos muy amplios.
Un ejemplo reciente, el economista jefe del Banco Mundial, Sr. Paul Romer, dijo que su institución había distorsionado ciertos indicadores perjudicando a Chile, esto trajo un revuelo instantáneo en el país, con comentarios y entrevistas a altas autoridades de gobierno y oposición, pero a las 24 horas el Sr. Romer se desdijo de lo comunicado y el Banco Mundial le quitó el piso.
Debemos cuidarnos de versiones de este tipo que parecen irrefutables y grabadas en piedra, pero que se diluyen tan rápido como llegan.
Eso sí, debemos reconocer que hay otros hechos recientes que no están contribuyendo a mejorar, ¿qué confianza en instituciones puede haber cuando existe evidencia de información enviada desde la Agencia Nacional de Información del Ministerio del Interior a terroristas para que se escondan? ¿qué confianza en autoridades puede haber cuando en una noche queman 5 iglesias, a la siguiente queman otra iglesia, 3 helicópteros y les dispararon a Carabineros? ¿qué confianza puede haber si las máximas autoridades dicen que “son casos muy extraños” o que son casos menores sin ninguna concertación?
¿En qué país viven?, parece que sólo se ocupan por sacar su atolondrada legislación, para transformar cientos de indicaciones de último minuto en muy malos proyectos de ley.
La OECD en sus últimas estadísticas sobre la confianza muestra a Chile en el “porcentaje de confianza en otras personas con menos del 20%, el promedio de los países OECD con el 40% y Dinamarca con sobre el 70%”.
En el indicador “porcentaje de confianza en el gobierno, Chile está junto al promedio de países OECD con un 40%, pero exceptuando al segmento de edad ente 15-29 años de Chile que baja al 30%”.
Tenemos que trabajar muy seriamente en mejorar la confianza entre todos y todo lo que podamos.