Para no pocos, es una recomendación nada de inútil, recordar que aunque haya nubes, el sol está al otro lado, y en esta temporada, a pesar del mal comportamiento de San Isidro, el astro rey se aproxima peligrosamente, por tanto, de repente y desparecidas las nubes, vamos a inaugurar la temporada de protestas por calor extremo y nunca visto.
En la primera oportunidad que tengamos para sentarnos a la sombra, se recomienda calurosamente- para estar a la altura- de las circunstancias, un libro un tanto raro, pero de lectura imperdible, aunque sea preciso buscarlo en la red, “Decadencia y caída de prácticamente todo el mundo”, de Will Cuppy, que con el título del original en inglés Decline and Fall of Practically Everybody, publicado en 1950.
Se trata de una exhaustiva, pero muy apretada síntesis biográfica de personajes históricos que se podría creer conocidos, hasta leer la aportación de Cuppy, un auténtico, patológico y voraz ratón de biblioteca. Por dar un ejemplo, la del general de Cartago, Aníbal, demuestra que sus famosos elefantes fueron útiles sólo al principio y después todo lo contrario, sin embargo insistió en tenerlos hasta el final, sin aprender del fracaso, hasta fracasar definitivamente.
No escribió sobre el combate de incendios forestales en Chile, seguramente habría hecho algunos alcances sarcásticos de difícil digestión, ante una realidad que se repite por decenios, a pesar de ser conocidos los agentes, los riesgos, las consecuencias y los costos.
Tendremos una nueva oportunidad de probar que hemos aprendido algo, lo primero que es necesario que los chilenos se pongan las pilas, o ayuden a identificar a los sicópatas, a los irresponsables y a los indiferentes, que no pueden, o no quieren ponérselas.
PROCOPIO