Opinión

El riesgoso asunto de sobresalir

Por: En el Tintero 24 de Octubre 2017

Cuando estamos en esos raros episodios de optimismo, cuando los días son particularmente estupendos, cielo azul y temperatura óptima, suave brisa y fin de semana, entonces se suele describir las supuestas características positivas del chileno; la hospitalidad, la alegría, la generosidad, la solidaridad, la picardía, entre otras.

Pasado ese momento, por lo general brevísimo, resurgen con fuerza otras características menos halagüeñas, la falta de franqueza, la crítica solapada, el doble estándar. Se puede traer a colación una de las más frecuentes, que ha sido recogida, para nuestro bochorno, por la Real Academia como un chilenismo, el verbo “chaquetear”: “Impedir por malas artes, normalmente el desprestigio, que alguien se destaque o sobresalga”. En nuestro país el éxito ajeno, no alegra, ni motiva a luchar por conseguirlo, sino más bien es negado, disminuido, o desacreditado.

Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo del año 2002 sobre desarrollo humano en Chile, lo explica: “ uno de sus orígenes es la envidia, esto es, en la dificultad para reconocer el valor del otro sin sentir una desvalorización de lo propio. El chileno reacciona mediante el descrédito del otro como manera de asegurar la propia estima”. El chaqueteo constituye un castigo al progreso económico, social y cultural, fomentando la mediocridad y la migración en busca de ambientes más receptivos.

En este caso, se agrega el aludido doble estándar, se premia a los innovadores, a los emprendedores, pero pobre de ellos si tienen éxito, en plazo breve se ven transformados de héroes a potenciales facinerosos. Hay que estar advertidos, si nos va bien, es altamente recomendable guardar al respecto un prudente silencio.

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