Ni con la crisis asiática, ni en la sub-prime, Chile había llegado a a niveles de confianza tan bajos como los actuales. De acuerdo a lo planteado en la encuesta "General Social Survey Bicentenario, Chile", las personas que habitan en países con altos índices de confianza tienen un mayor número de amigos cercanos, conocen mejor a sus vecinos, se relacionan más con las otras personas y se abren a conocer a gente nueva, que los habitantes de países en los que la confianza es muy baja. Chile puntúa en estas categorías con menos de la mitad del puntaje respecto de los países con altos índices de confianza como Noruega, Nueva Zelanda e incluso Estados Unidos.
Esta desconfianza tiene un impacto fuerte también en el crecimiento del país, como nos muestra la Ocde que relaciona el PIB con la pregunta "Se puede confiar en las personas? Somos el tercer país con menor confianza y con el PIB mas bajo.
Esto ocurre por que cuando disminuye la confianza, baja el número de inversiones realizadas, baja la generación de nuevos negocios, disminuye el empleo y por ende baja notablemente la calidad de vida. Todos estos indicadores han estimulado numerosos análisis respecto de la necesidad de desarrollar la capacidad de diálogo, a todo nivel, para construir relaciones de trabajo y sociales basadas en la colaboración y el beneficio mutuo. Pero para que para que esto sea posible, es necesario cumplir con lo que estamos comprometiendo.
Estamos de acuerdo, dialogar es necesario, pero para construir confianza no solo debemos saber conversar sino que principalmente debemos saber cumplir y llevar a la práctica lo acordado en el diálogo. Si eso, no sacamos nada con sacarnos fotos estrechándonos las manos.
¿Cuánto de lo que usted dice efectivamente cumple? ¿Cuánto de lo que decimos es para quedar bien o para salir del paso? Construir un Chile que confía en sí mismo, es tarea de todos: de usted en el día a día y fuertemente de los líderes y de las organizaciones que mueven nuestro país. Genere diálogo, pero lo más importante, preocúpese de mostrar que se está cumpliendo cada detalle de lo acordado.
Ocupémonos de cumplir nuestra palabra y compromisos para generar mayor confianza en el trabajo que hacemos, en la calidad de lo que estamos vendiendo, en cumplir con los plazos que prometemos pero lo más importante para rescatar el valor de nuestra palabra, la confianza en quienes somos y en lo que podemos lograr.