Opinión

Solo justicia

Por: Diario Concepción 30 de Diciembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-34.jpg

Los comunes mortales entendemos la justicia como un "sistema" que otorga a cada uno el castigo que le corresponde de acuerdo a sus delitos o faltas. Quizás no sea algo tan sofisticado para los juristas, pero constituye la base de un buen sistema: que la gente perciba que los delincuentes están recibiendo lo justo, sobre todo cuando los delitos son graves.

La dictadura dejó tortura, muertos y desaparecidos. Primó la impunidad producto de que la persecución política era practicada por organismos del Estado, no existía un poder judicial comprometido y tampoco un parlamento que pudieran hacer un contrapeso ya que se gobernaba con bandos y decretos.

Hasta el día de hoy existen detenidos desaparecidos.

Hubo en la década de los 80, casos en que se persiguieron algunos de estos abusos, pero solo con la vuelta a la democracia el año 90 se pudo iniciar, dentro de lo posible, una persecución de los culpables de graves atropellos. Solo un dato de la causa: El caso Caravana de la Muerte tuvo condenados por hechos ocurridos en octubre del 73, en febrero del 2016.

Durante décadas, asesinos y torturadores fueron amparados por el propio Estado y luego por grupos que estimaban que lo hecho fue correcto. Durante décadas pasearon libremente por nuestro país sin que el sistema judicial fuera capaz de condenarlos y darles la pena justa a sus crímenes. Habrá, en la larga lista de culpables de violar los DD.HH de miles de compatriotas, gente que cumplió ciegamente ordenes, para mí un débil atenuante, pero hubo un grupo que simplemente hizo de su sistema de persecución el miedo, el asesinato, la tortura o la violación. Ellos disfrutaron de la libertad que muchos hoy no tienen, producto de las torturas a las que fueron sometidos o por la espera de algún dato que dé con los cuerpos de sus desaparecidos.

Yo espero que el sistema judicial no haga guiños a la izquierda o a la derecha. Y espero que nadie se dejen influenciar por misas y cartas de arrepentimiento donde se mezcla justicia, perdón, misericordia, religión y moral, creando una sensación de que existe una especie de plan para conseguir una amnistía generalizada a partir de enfermos o seniles

Los asesinos y torturadores podrán pedir perdón 1000 veces, y podrán mostrar su arrepentimiento muchas veces más. Y las víctimas verán si desean expresar algo al respecto. Pero las penas deben cumplirse como el sistema lo ha establecido y las excepciones solo podrán hacerse sobre la base de lo que el propio sistema judicial permita.

Quien quiera y pueda perdonar a sus agresores, que lo haga; eso posiblemente les dé una gran satisfacción y mucha libertad. Pero la sociedad espera que el sistema funcione. Y el sistema debe funcionar apegado a las leyes que nos rigen.

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