Opinión

Chile necesita una Gran Política

Por: Diario Concepción 06 de Noviembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1536.jpg

Hace unos días en un matutino de Santiago un grupo de profesionales, académicos e intelectuales encabezados por don Gastón Soublette publicó una carta titulada "Chile necesita una Gran Política". En ella se mencionaba la desprolijidad a que se ha llegado en la elaboración, discusión y votación de las leyes, a la renovación necesaria de la élite actual que no ha sabido interpretar ni solucionar las necesidades de los chilenos, a que se debe cambiar la visión del Estado como un botín de guerra, e indicaba que la verdadera elección en Chile está entre la honestidad o la deshonestidad, entre la excelencia o la mediocridad y entre la esperanza o la desesperanza.

Me parece un loable y difícil objetivo, y que debemos provocar el cambio que Chile necesita en este sentido, buscando la solución y priorizando los temas que realmente inquietan a los chilenos, hemos cambiado y ya somos capaces de desarrollarnos si tenemos la oportunidad o un mínimo de recursos. No queremos esperar siempre de las autoridades que nos organicen la vida como era históricamente en Chile, y de lo cual algunos intelectuales y políticos se han aprovechado.

En cada región debemos, entre empresas y universidades, generar y desarrollar polos de atracción de inversiones nacionales y extranjeras de acuerdo a su potencialidad y a su capital humano, se puede inyectar parte de los fondos del Fondo de Estabilización Económica y Social (Fees) en 4 macro regiones para un desarrollo importante que cambie o mejore sus matrices productivas.

Insisto en ir hacia un sistema de gestión de calidad de la política, tipo Informe Nolan del Reino Unido y también, crear el Ombudsman o defensor del pueblo.

A agosto de 2017 quienes pretendan postular a la Presidencia del país debieran tener elaborado y en distribución su programa de Gobierno con objetivos, metas, plazos y recursos a utilizar, lo más detallado posible para que los votantes tengan los contenidos y el tiempo para analizarlos.

Que en los tiempos de turbulencia sepan maniobrar para que todos nos sintamos acogidos en nuestras preocupaciones y problemas.

Los mandatarios, además deben ser líderes honestos, claros y predecibles que guíen a sus pueblos hacia objetivos difíciles pero alcanzables y que al final todos digamos "lo hemos logrado". 

Debemos deshacernos de los fardos ideológicos obsoletos que han tratado de imponer en los últimos años, en un afán de retrotraer al país a épocas oscuras con fines electorales. Debemos construir el futuro, ese futuro cada vez más cambiante, más tecnologizado, más virtual, más intangible que nos sigue llegando y sobre el cual tenemos pocas posibilidades de maniobra, por ahora.

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