Opinión

Un muy tardío llamado a votar

Por: Diario Concepción 24 de Octubre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1900.jpg

Nunca, desde que se recuperó la democracia, como en esta elección municipal, se había visto un llamado tan transversal y tan tardío a votar. Desde la Nueva Mayoría, a Chile Vamos, Avanza Chile, Amplitud, Red Democrática y diversos otros sectores políticos, el llamado fue uno solo: vaya a votar, por la coalición política que le parezca, pero no desperdicie su oportunidad de ejercer su sufragio. 

Este llamado se entiende por varios factores, pero principalmente, por miedo. Aunque los partidos no necesitan de más votos que los que han tenido siempre, para que sus candidatos sean electos, por primera vez, el contexto crítico en que se desarrollan estas elecciones, con cuestionamientos cada vez más fuertes a los candidatos y autoridades que han infringido las normas de probidad, provocó miedo en la elite política a una abstención generalizada, que tocara piso. 

Miedo a un desarraigo electoral aún más brutal que el primer llamado de atención que se produjo en la elección de 2012, cuando la abstención a nivel nacional alcanzó un 60%, siendo en la Región del Bío Bío, de un 52,9%. 

Y el miedo también a que, al final de la jornada electoral, contáramos con autoridades comunales aún menos legitimadas y se profundice la rodada de la clase política. 

Por ello, se pasó del "vote por nosotros, por nuestro candidato", a "vaya a votar, por quien sea", en uno de los pocos actos en que chilenos y chilenas son iguales ante la ley y en donde un par de votos puede hacer la diferencia. 

Entonces, considerando que en esta elección votó cerca del 30% que acudió a las urnas el 2012, es un retroceso, sin dudas, pero esperable, si se considera que elección tras elección la cantidad de votantes ha disminuido.

Esto no significa, necesariamente, que haya que volver al voto obligatorio, como algunos dirigentes partidarios ya están proclamando, sino que buscar herramientas para estimular al ciudadano que no votó, no por una postura ideológica, sino por comodidad o razones ajenas a su voluntad, como fue el traslado de dirección electoral de miles de chilenos. Algunas de esas medidas pueden ser implementar el voto electrónico y exigir un mínimo de votos, para los candidatos electos. 

Y que las fuerzas políticas se unan, con tiempo y en esfuerzo real en su llamado a votar, apelando a la ciudadanía, y no a última hora, como ocurrió en esta ocasión, y producto del miedo y no del convencimiento de lo imperativo que es profundizar los canales de participación electoral y ciudadana. 

 

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