El primer encuentro entre un presidente de Estados Unidos y un líder norcoreano se dio en la cumbre de Singapur, cita donde Donald Trump y Kim Jong-un se estrecharon las manos, conversaron y firmaron una declaración conjunta, cumpliendo las expectativas de ambos mandatarios.
La histórica reunión inició un proceso de negociación que podría significar, en un futuro, la desnuclearización de Corea del Norte y la aceptación de su dirigente como uno legítimo ante la comunidad internacional.
Cuatro puntos tiene el escrito firmado por los líderes de gobierno, donde Corea del Norte expresa su compromiso a la “completa desnuclearización”. A su vez, Estados Unidos ofreció garantías de seguridad al régimen de Kim. Este último, también comprometió la entrega de restos de prisioneros de guerra y desaparecidos en combate. Asimismo, ambas partes colaborarán en establecer un “régimen de paz duradero y estable”, con la mira en la futura firma de un acuerdo de paz que de fin formal a la guerra de Corea, consignó El País.
A pesar de las optimistas declaraciones, no se detallan calendarios, hojas de ruta o fechas mínimas para concretar lo anunciado. Esa tarea le corresponderá a técnicos y diplomáticos.
Durante el evento, Trump afirmó que “hemos desarrollado un lazo muy especial” con Corea del Norte. En esta línea, añadió que “estamos muy orgullosos de lo que ha ocurrido hoy”, lo que abre “una nueva era de prosperidad”.
Por su parte Kim, indicó: “Vamos a firmar un acuerdo histórico. El mundo va a ver un cambio tremendo”. “Doy las gracias al presidente Trump por haber hecho posible este encuentro”, agregó en la ceremonia de la histórica firma.