Humanidades

Lengua y cultura para inclusión y diversidad

Considerando el posicionamiento del español como una de las lenguas más utilizadas, tanto en el ámbito científico como en plataformas digitales, las estrategias para enseñar nuestro idioma a extranjeros, de manera efectiva, cobran cada vez mayor relevancia. Tres investigadoras reflexionan sobre este tema a la luz de su trabajo en el Programa de Investigación sobre la Adquisición y Enseñanza del Español como lengua Extranjera, Adele.

Por: Diario Concepción 26 de Septiembre 2021
Fotografía: Archivo (DP)

En el mundo se hablan unos 7 mil idiomas, pese a que solo se utiliza un número reducido de ellos para comunicarse, ya sea como hablante nativo o segundo idioma.

El español es la segunda lengua materna del mundo por número de hablantes, tras el chino mandarín. Según el informe “El Español, una lengua viva”, del Instituto Cervantes, nuestro idioma sigue siendo la tercera lengua más usada en internet y la segunda en plataformas digitales como Facebook, LinkedIn, Twitter o Wikipedia. Y en el ámbito de las ciencias su posición como segunda lengua de comunicación científica (después del inglés) parece haberse consolidado a lo largo de la última década.

Por otro lado, en la versión 2020 de ese informe anual se observa que, ese año, más de 22 millones de alumnos estudiaban español como lengua extranjera. Casi el 90 % de ellos se reparte entre Estados Unidos, Brasil y la Unión Europea.

La académica del departamento de Español de la Universidad de Concepción, Anita Ferreira, señala que, en Chile, el número de inmigrantes con necesidad de inserción e inclusión educativa y profesional se ha incrementado de manera notoria.

Según datos del Departamento de Extranjería y Migración, el total de Visas de Residencia Temporal y la cantidad de permisos de Permanencia Definitiva se han triplicado en los últimos tiempos.

“Entre los inmigrantes no nativos del español, destacan los provenientes de Haití, Estados Unidos, Brasil, Alemania y Asia. Se estima un crecimiento muy acelerado en la cantidad de inmigrantes chinos, por las relaciones establecidas en el mundo de los negocios entre Chile y China, especialmente en el marco de los convenios del Asia-Pacífico y el potencial de la economía China en la actualidad y de otros países emergentes, como India”, señala.

De hecho, el número de inmigrantes de China en Chile aumentó́ casi 4 veces en los últimos 10 años. “La inmigración ha crecido desde 2013 motivada por las oportunidades laborales. En este escenario, la enseñanza, aprendizaje y evaluación del español como lengua extranjera o lengua segunda (ELE-L2) se constituye en una necesidad educativa muy relevante, tanto para estudiantes extranjeros como para inmigrantes no nativos de español”, dice.

Ferreira es Doctora en Lingüística, y fundadora del Programa de Español como Lengua Extranjera, ELE UdeC. Actualmente dirige el Programa de Investigación sobre la Adquisición y Enseñanza del Español como lengua Extranjera (Adele) que, entre sus principales fortalezas, dice, tiene el haber sido capaces de desarrollar y transferir metodologías de enseñanza de segundas lenguas de enfoques avanzados, sustentadas y fundamentadas en investigación empírica.

Una de las investigadoras del programa es la doctora en Lingüística Jessica Elejalde, quien señala que el desarrollo de la temática sobre la enseñanza del español como Lengua Extranjera en ámbitos académicos, profesionales y laborales, surgió como una iniciativa para satisfacer la carencia en la región en materia de formación lingüística a los inmigrantes y profesionales que llegan a la ciudad y sus alrededores, con la intención de integrarse comunicativa y lingüísticamente en la comunidad, de manera de poder realizar estudios, trabajos y desenvolverse profesionalmente.

“La Universidad de Concepción fue pionera en desarrollar un know how científico para abordar de manera adecuada esta necesidad. A través de la adjudicación de proyectos Fondecyt se canalizó la investigación en el ámbito de la adquisición y enseñanza del español como lengua extranjera, aportando con evidencia empírica sobre las principales problemáticas y necesidades lingüístico-comunicativas que presentaban los extranjeros que llegaban a nuestra comunidad, ciudad y región”, afirma.

Académica de Pedagogía en Lengua Española en la Universidad Católica de Temuco, Elejalde señala que, en el contexto de los proyectos Fondecyt, se han podido pesquisar las principales problemáticas comunicativas y lingüísticas que presentan los extranjeros, por ejemplo, a nivel de la precisión gramatical en la oralidad y escritura, así como las metodologías y estrategias más efectivas para apoyar su avance y conocimiento en el Español.

“Junto con ello hemos trabajado la inserción e inclusión a nivel social, incorporando temas de la sociedad chilena como la jubilación, los problemas sociales, la salud y educación. Otro aspecto muy relevante ha sido trabajar las competencias interculturales y sociolingüísticas para así enriquecerse mutuamente”, dice.

 

El contexto donde se aprende

Aprender el idioma materno es un proceso muy distinto de la adquisición de un idioma extranjero. Elejalde explica que la lengua materna se adquiere de manera natural en el contexto sociocultural en que se desarrolla la persona. “La especie humana está predeterminada genéticamente para desarrollar una lengua, ¿cuál?  Aquella que se habla en su medio familiar y comunitario”, señala la Doctora en Lingüística.

En cambio, continúa, la segunda lengua generalmente se aprende a través de la enseñanza o por procesos de inmersión lingüística. “La diferencia entre aprender español como segunda lengua o lengua extranjera va a depender de si se aprende en el lugar donde se habla dicha lengua, por lo tanto, está accesible siempre, o se aprende en un contexto donde no se habla dicha lengua, lo que ocurre en nuestro país, por ejemplo, con el inglés, francés o alemán. Estos idiomas se aprenden como lengua extranjera, por cuanto no siempre están disponibles fuera de la sala de clase”, asegura Elejalde.

Los idiomas abren puertas en el ámbito educativo, social, cultural, laboral, profesional. En ese sentido, la Doctora en Lingüística, Lorena Blanco, señala que los aprendices extranjeros, no nativos, del español, no dominan un registro, géneros discursivos académicos ni léxico especializado de su disciplina que les permita desenvolverse adecuadamente para obtener una escritura académica con precisión lingüística.

En dichos contextos, dice, es preciso identificar los tipos de necesidades que tienen los alumnos y analizar la forma de dar respuesta a dichas necesidades, con el fin de facilitar la adquisición del saber especializado a través del español con fines académicos.

“Es muy relevante obtener información lo más fidedigna posible para poder conocer los requisitos y exigencias que requiere el estudiante y que permitan al profesor preparar un curso adecuado para dichos contextos educativos”, explica la investigadora del programa ADELE.

Al respecto, Ferreira señala: “En la enseñanza del español como lengua extranjera, los profesores deben enfrentar, a diario, el enorme desafío de cómo conciliar las diferencias individuales que presentan los aprendices, como -por ejemplo- su lengua materna, la edad, el nivel de competencia o dominio que presentan en el español, con su motivación o propósitos por aprender el español (laboral, académico, profesional), y las metodologías de enseñanza para optimizar su competencia y fluidez en la lengua, junto con su precisión a nivel lingüístico y social”.

La académica agrega que, tan relevante como la lengua, es también la cultura del contexto donde se aprende o habla ese idioma extranjero. “Por ello, se debe trabajar fuertemente en la inserción e inclusión a nivel social, incorporando en los cursos temas relevantes de la sociedad chilena u otra, como la jubilación, los problemas sociales, la salud, educación, etc., así como también desarrollar las competencias interculturales y sociolingüísticas para adaptarse comunicativa y socialmente, y autorregularse lingüísticamente”, dice.

En ese sentido destaca las soluciones que han implementado en el programa ADELE, tanto tecnológicamente como a nivel de colaboración, lo que ha producido importantes logros para la investigación y transferencia a ciudadanos extranjeros insertos en nuestra comunidad.

 

Estigmatización social

Los errores de lengua más frecuentes varían según lengua materna o nivel de competencia, y uno de los aspectos a abordar en la enseñanza del español como lengua extranjera es la precisión gramatical a nivel escrito. Ello, dice Blanco, requiere de apoyos metodológicos innovadores, que faciliten el mejoramiento de las problemáticas lingüísticas en el ámbito de la enseñanza y adquisición de segundas lenguas.

“Un número importante de aprendices de ELE evidencia importantes debilidades en sus niveles de precisión gramatical en la destreza escrita, incluso cuando muestran altos rendimientos de fluidez lingüística”, explica la investigadora.

Al respecto menciona que los errores se pueden abordar con la implementación de un modelo de tratamiento de errores y estrategias del llamado Feedback Correctivo Escritoo FCE, el FCE indirecto metalingüístico con información gramatical, pero sin provisión de la respuesta correcta, y el FCE directo metalingüístico con información gramatical y provisión de la respuesta correcta.

Es decir, el feedback correctivo directo, que es uno de los utilizados con mayor frecuencia por los profesores de segunda lengua, sería interrumpir a un alumno que dice algo errado y decirle la palabra o el concepto correcto: “No se dice `Andó´, se dice `Anduvo´”. De esta manera, quien resuelve el problema es el profesor, no el aprendiente.

En ese contexto, las investigadoras creen que las estrategias indirectas serían más efectivas. Un ejemplo de feedback correctivo indirecto serían las claves metalingüísticas; esto es, cuando un estudiante se equivoca, en vez de darle la respuesta correcta, hacerle notar su error de modo que él mismo resuelva el problema: “Recuerda que andar es un verbo irregular”.

El problema con los errores en el lenguaje es que estos pueden “estigmatizar a una persona socialmente, privarla de participar en actividades sociales, discriminarla educativa y socialmente”, dice Blanco, señalando que, incluso, pueden llegar a tener un impacto fuerte a nivel laboral con la inhabilitación para un determinado puesto de trabajo. “Los errores delatan nuestro origen, competencia y nivel educativo”, asevera.

 

Nivel de competencia necesario

Entre los resultados obtenidos en el programa Adele se encuentra la definición de un perfil lingüístico-comunicativo de aprendices de ELE para fines académicos y profesionales, así como también los errores de transferencia lingüística.

Ferreira explica que, entre las principales características de los aprendices de español como Lengua Extranjera, ELE, que llegan a Concepción, está su nivel de competencia intermedio (B1), que alcanza el 60.8%. Por otro lado, un 58% ha estudiado más de un año este idioma, principalmente en cursos de formación presencial con una variante peninsular (española), sin tener certificación la mayoría de ellos. Además, cuentan con un dominio general de inglés como lengua franca (85%).

En lo relativo a su formación académica, agrega, la mayoría de los aprendices proviene de áreas de las ciencias exactas (53%) y, en un menor grado, de humanidades y ciencias sociales (31%).

“En cuanto a las destrezas en el uso del español, los aprendices presentan mayores problemas y dificultades en la comprensión auditiva de las clases expositivas y las exposiciones de los compañeros, seguidos por las reuniones de investigación y videos con temáticas especializadas”, explica la académica.

También en habilidades orales, Ferreira señala que presentan algunas dificultades al expresarse oralmente en un discurso más formal, elaborado y controlado, lo que complejiza la situación comunicativa, generando mayor inseguridad en los estudiantes, ya sea frente al profesor o un público determinado.

Sus dificultades en comprensión lectora, por otra parte, pueden deberse a la especificidad de cada área, tanto en materia de contenido como de lengua, para lo cual los estudiantes deben aprender y dominar un vocabulario técnico y especializado. Por ello, y citando sus investigaciones junto a Susana Pastor, de la Universidad de Alicante, Ferreira señala que en ese contexto se produce un doble aprendizaje: “el de los contenidos de la materia, por un lado y el de la lengua a través de la que estos se expresan”.

También la habilidad escrita presenta desafíos a los aprendices de ELE, sobre todo en lo que se refiere a producir artículos científicos e informes de investigación.

En materia de evaluación y certificación en ELE, dice Ferreira, la situación de Chile es semejante a lo que ocurre en España y en otros países latinoamericanos, en cuanto al hecho de que las universidades chilenas no exigen un nivel de competencia de esta materia.

“Esta debilidad en el sistema gubernamental y universitario puede explicarse por muchas razones, no solo a la falta de actualización en las políticas de inmigración, sino a las decisiones universitarias de evitar `trabas´ en la movilidad estudiantil internacional; situación muy diferente a la de universidades anglosajonas, donde se exige un nivel de inglés para poder realizar estudios universitarios de manera adecuada y obtener becas”, dice Ferreira.

Para Elejalde, la riqueza y excelencia del trabajo logrado hasta aquí se proyecta en el mediano y largo plazo para alcanzar estándares de desempeño de nivel internacional en el campo de la investigación, desarrollo y fomento del idioma español.

 

Libros recomendados

-Lingüística de Corpus y Discursos Especializados: Puntos de Mira, Giovanni Parodi (ed). Ediciones Universidad de Valparaíso, 2007.

-Aprendizaje de Segundas Lenguas, Lingüística Aplicada a Segundas Lenguas, Susana Pastor Cesteros. Publicaciones Universidad de Alicante, 2004.

-Linguística de Corpus y enseñanza del español como 2/L, Mar Cruz Piñol. Editorial Arco, 2012.

-La dimensión cognitiva en la enseñanza de lenguas, Peter Robinson (Ed.). Editorial Cambridge, 2011.

-La enseñanza/ aprendizaje del español con fines específicos, Josefa Gómez de Enterría. Editorial Edinumen, 2001.

-Aspectos de lingüística contrastiva alemán-español, Paloma Sánchez Hernández. Escolar y Mayo Editores, 2017.

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