Se debe erradicar completamente la estigmatización en torno a la salud mental y trabajar para que las personas encuentren redes de apoyo ante una situación emocional que les sea compleja.
Cada 10 de septiembre se consigna el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, y es que la fecha muestra la necesidad de una acción colectiva para abordar este problema urgente en nuestra sociedad y la salud pública. Se debe erradicar completamente la estigmatización en torno a la salud mental y trabajar para que las personas encuentren redes de apoyo ante una situación emocional que les sea compleja.
En esta fecha, al igual que durante todo el año, es fundamental promover la colaboración de los distintos actores y el auto-empoderamiento para abordar las autolesiones y el suicidio a través de acciones preventivas que sean concretas.
“Es relevante comprender que el suicidio ocurre por causas multifactoriales”, explicó la Dra. en Psicología Carolina Inostroza, y directora del Magíster en Psicología Clínica de la Universidad de Concepción.
A su vez, la académica, enumeró algunos de los factores de riesgos para este fenómeno que son: “Los riesgos biológicos asociados a los antecedentes familiares de trastornos mentales, los propios trastornos mentales que viven las personas, factores psicológicos como la desesperanza, las dificultades para resolver problemas y la sensación de soledad”.
Asimismo, existen factores estresantes como los aspectos sociales, la vivencia de violencia, el maltrato, bullying, dificultades familiares e interpersonales. “Problemas de la vida que puedan influir en que una persona piense en querer quitarse la vida, nunca un suicidio se debe a un sólo factor, siempre es una mezcla de factores”, agrega la Dra. Inostroza.
Para graficar la stuación en nuestro país, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Chile es uno de los países con mayores niveles de suicidios a nivel latinoamericano, ocupando el sexto lugar. Además, de acuerdo a cifras registradas en 2022, después de la pandemia, los decesos ascendieron a 10,3 casos por cien mil habitantes.
En esa línea, la detección de factores de riesgo, el apoyo y seguimiento de casos, así como el fomento de programas de salud mental y la difusión responsable de temas relacionados con la salud mental son mecanismos claves para la prevención del suicidio.