Editorial

Incendios forestales y ola de calor: una suma que perjudica

Una situación que claramente trata de una suma de factores que juegan en contra de la estabilidad y bienestar de las comunidades y el medio ambiente.

Por: Editorial Diario Concepción 03 de Febrero 2023
Fotografía: Contexto

Los incendios forestales tomaron otro nivel de importancia durante las últimas horas. Es que ya no tratan solamente de eventos que despiertan preocupación y deber por combatirlos. Ahora, son los eventos que están concentrando toda la atención de la agenda pública, y con ello todo lo que significa una emergencia de esta envergadura: recursos públicos, privados, horas hombre, materiales, coordinación de estamentos especializados, decisiones gubernamentales, etc.

Un escenario lamentable ya que ni siquiera ha sido en la última semana, sino que durante meses, que distintos actores de la sociedad han hecho llamados insistentes y reiterativos sobre la precaución y autocuidado.

Además, estos siniestros que afectan a la zona, se dan en medio de una ola de calor que incluye hasta registros históricos con temperaturas de hasta más de 40 grados. Una situación que claramente trata de una suma de factores que juegan en contra de la estabilidad y bienestar de las comunidades y el medio ambiente.

El predominio de una masa de aire cálido en conjunto con un área de bajas presiones generarán un aumento relevante de las temperaturas, que en la cordillera de la costa del Biobío la máxima fluctuaría entre 31 y 33 grados celsius, mientras que en valle y precordillera se alzaría entre 40 y 42 grados celsius.

Esto puede repercutir en desequilibrio hidrolítico, insuficiencia renal, agotamiento por calor o el temido golpe de calor, que se produce cuando la temperatura corporal alcanza los 40 grados celsius, son potenciales causa de muerte no sólo en adultos mayores, sino también en niños y personas con comorbilidades como la diabetes o hipertensión.

María Alejandra Ortega, jefa del servicio de Urgencia de Clínica Biobío, afirmó que al exponernos a altas temperaturas o al sol, se pueden producir quemaduras y deshidratación, lo que lleva a presentar cefalea, náuseas, mareo, vómitos, taquicardia y desmayos.

Con todo lo expuesto, ¿es necesario seguir explicando el valor único que tiene la cultura de la prevención? Esto considerando que casi la totalidad de los incendios forestales responden a la intervención humana.

¿Quién o quiénes están detrás de estos últimos eventos?, ¿hasta qué punto esto debe llegar para que se termine esta situación?

Son preguntas que tardarán en tener respuesta. Pero lo que no puede tardar es la respuesta rápida a la emergencia… una que no queremos volver a repetir.

Etiquetas