Editorial

Los efectos de una baja percepción de los riesgos

El aumento de la percepción de riesgo en la población, entre otras medidas, permite minimizar los contagios. Lo opuesto, es decir, la percepción de bajo riesgo, tiene como resultado una escalada de nuevos casos confirmados.

Por: Editorial Diario Concepción 04 de Abril 2021
Fotografía: Raphael Sierra

Un poco de perspectiva: en los países donde se ha logrado vacunar a un mayor porcentaje de la población, como Israel, Reino Unido y Chile, siguen vigentes importantes restricciones que buscan controlar la pandemia. Pese a ello, se han registrado repuntes de contagios y los gobiernos se vieron obligados a utilizar mecanismos de emergencia para contener el coronavirus. Es el caso de Chile.

Marzo cerró como el peor mes desde que se confirmó la primera persona con Covid-19 en 2020. Récord de contagios, de casos activos y fallecidos, con personal de la salud y equipos médicos al límite, y amenaza constante de colapso del sistema hospitalario. Mientras avanzaba la vacunación, también lo hizo el virus.

La aparente contradicción tiene variadas explicaciones y una enseñanza que debe ser asimilada: el éxito en la vacunación no sustituye a la prevención en la lucha contra el coronavirus. De hecho, las vacunas son un elemento más en una batería de procedimientos y conductas, como la higiene de manos, el distanciamiento interpersonal, y el rechazo a lugares propensos a aglomeraciones.

Los especialistas, sin embargo, han hecho hincapié en una adecuada “comunicación de riesgo” para contener el avance de la pandemia a niveles manejables. Los excesivos permisos de vacaciones y traslados, el exitismo en la campaña de vacunación y los recurrentes llamados a volver a una cierta “normalidad” previa a la pandemia son parte de los errores en la comunicación de riesgo. Todo lo anterior ha entregado una equivocada sensación de seguridad -para muchos, de inmunidad- frente a los contagios.

Especialistas en epidemiología e infectología, y profesionales de salud que están en la línea de frente, han reiterado sistemáticamente que el aumento de la percepción de riesgo en la población, entre otras medidas, permite minimizar los contagios. Lo opuesto, es decir, la percepción de bajo riesgo, tiene como resultado una escalada de nuevos casos confirmados. Las últimas semanas ratificaron estos postulados de manera empírica.

Mejorar la comunicación de los riesgos, en esta pandemia, no es responsabilidad exclusiva de la autoridad. También incumbe a los medios de comunicación social, redes sociales, grupos de interés, liderazgos comunitarios y postulantes a cargos públicos. No comunicar, o comunicar mal, agrava los riesgos.

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