El apoyo financiero parece clave en el nuevo sistema administrativo que iniciará el país, en cada uno de sus territorios, con la elección de gobernadores.
Durante el martes de la semana pasada, la Comisión de Hacienda del Senado aprobó la idea de legislar el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo sobre Descentralización Financiera (que alguna vez se conoció como de Rentas Regionales), la última pata de una pata de tres mesas que, a decir de los regionalistas, es clave para el proceso de fortalecimiento de las regiones en curso.
Como se sabe, ya se ha avanzado en dos temas, la elección popular de la máxima autoridad regional (en abril será la inédita elección de los gobernadores) y el traspaso de competencias ya está en curso, con la instalación de las nuevas divisiones de los gobiernos regionales.
Pero claro, en medio de las críticas que han surgido por las escasas atribuciones que tendrán los gobernadores, y que los candidatos y candidatas al cargo han evidenciado en campaña, el apoyo financiero parece clave en el nuevo sistema administrativo que iniciará el país en cada uno de sus territorios.
Según lo publicado en la página web del Senado, en la actualidad “los presupuestos de los gobiernos regionales son solicitados al gobierno central y luego discutidos y aprobados por el Congreso. Este proyecto plantea un cambio en la estructura del presupuesto regional, orientado a la aprobación de sumas globales por el Congreso, entregándole a los gobiernos regionales la potestad de distribuirlos en conformidad a la ley”.
Junto con lo anterior, la iniciativa apunta a “otorgar mayor flexibilidad en el manejo de los presupuestos regionales y dotar de mayor objetividad a la distribución de recursos que actualmente se asignan centralizadamente, pasando a distribuirse mediante fondos que cuentan con una regulación y criterios específicos. En tal sentido, se crean el Fondo de Equidad Interregional y el Fondo de Apoyo a la Contingencia Regional”.
Las críticas desde las regiones apuntan a que no existen cambios sustanciosos, que se trataría de un maquillaje y que las decisiones respecto de los marco presupuestarios, seguirán ancladas en el ministerio de Hacienda. Como sea, la iniciativa ya pasó una primera barrera y la discusión en sala se espera se concrete en el corto plazo.
Se trata de una arista importante de cara al futuro de las regiones, más aún considerando que la elección de la nueva autoridad está a la vuelta de la esquina.