Le queda al Presidente poco más de un año para ajustar la brújula y gobernar en sintonía con las demandas de la ciudadanía, que se ha expresado una y otra vez en distintos períodos de los últimos 14 meses.
Según la última encuesta de Criteria Research, el Presidente Sebastián Piñera ha llegado a la más baja aprobación ya registrada en todas las mediciones de Criteria. El Mandatario alcanzó solo 7% de aprobación, seis puntos menos que en sondeo del mes anterior. La encuesta arrojó un demoledor 87% de rechazo a la gestión del Gobierno.
El hecho pone en evidencia las dificultades enfrentadas por el Gobierno para administrar el país. ¿Cómo se gobierna con tan baja aceptación popular? es la pregunta que ha dado vueltas en los círculos políticos. Ello porque el Presidente no sólo ha perdido el apoyo de quiénes le entregaron su voto en las elecciones presidenciales, sino que también ha dejado de recibir soporte dentro del oficialismo, especialmente de parlamentarios de Chile Vamos. “El gobierno estuvo muy cerca de caer, probablemente más cerca de lo que la gente piensa”, declaró recientemente la senadora Jacqueline Van Rysselbergue sobre la pérdida de adhesión en las tiendas oficialistas.
Desde octubre de 2019, Sebastián Piñera ha sido forzado a impulsar iniciativas públicas y legislativas que hasta mediados del año pasado no estaban en su agenda presidencial, tampoco en su ideario político-ideológico.El ejemplo más reciente se relaciona con los retiros de los fondos previsionales, propuesta que fue rechazada por La Moneda desde el día uno, pero finalmente al Presidente no le quedó otra alternativa que firmar las dos iniciativas aprobadas de modo a convertirlas en ley. Sin embargo, llevar al Tribunal Constitucional la propuesta de segundo retiro del 10% generó más rechazo social hacia el Presidente. Los procesos que resultaron en una mayoritaria decisión de cambiar la actual Constitución también recibieron la oposición del Gobierno. La gestión de la pandemia, con avances y retrocesos, anuncios y retractaciones, han sido foco de críticas por un considerable número de chilenas y chilenos.
Al día de hoy, las encuestas muestran que La Moneda, representada por la figura del Presidente de la República, ha perdido afinidad incluso con sus propios partidarios. Le queda al Presidente poco más de un año para ajustar para ajustar la brújula y gobernar en sintonía con las demandas de la ciudadanía, que se ha expresado una y otra vez en distintos períodos de los últimos 14 meses.