Biobío registra una de las personas con más detenciones en cuarentena de todo el país. En total, fue detenido 29 veces. Son personas a las que el respeto por los demás les resulta ajeno.
En la última semana fueron detenidas 761 personas por delitos contra la salud pública en la Región del Biobío. Todas por vulnerar una o más restricciones establecidas por la emergencia sanitaria. También, llama la atención la cantidad de 50 detenidos por Violencia Intrafamiliar en la última semana, especialmente en ciudades como Concepción y Cañete. Los datos fueron entregados por Carabineros de Chile en el balance policial semanal.
Una revisión del balance nacional de Carabineros revela, además, otro dato preocupante: Biobío registra una de las personas con más detenciones en cuarentena de todo el país. En total, fue detenido 29 veces.
Pero lo que más llama la atención en el reporte es la reiteración en prácticas que vulneran las medidas sanitarias y que, además, se constituyen en delitos. El Departamento de Análisis Criminal de Carabineros estudió el perfil de los más detenidos. Se trata de nueve hombres y una mujer, dos de ellos del grupo NNA (Niños, Niñas y Adolescentes), cinco que tienen entre 18 y 30 años (el 50% del grupo), dos en el rango 31-45 años y uno en el tramo 48-60 años. Dos residen en la Región Metropolitana y los ocho restantes en otras regiones.
Hasta se ha caracterizado al “Más Porfiado de los Porfiados”, un joven porteño de apenas 15 años, con 48 detenciones desde 2018. Este 2020 ha sido detenido 32 veces, 22 de ellas por Robo. El adolescente tiene tres hermanos y cuatro hermanas, con los que en conjunto suman 160 detenciones. Sólo con sus tres hermanos varones acumulan 140 aprehensiones.
El fenómeno de los “porfiados” ha sido notorio desde el inicio de la pandemia y los análisis apuntan a que no se trata solamente de la irresponsabilidad o imprudencia. De acuerdo con el director nacional de Orden y Seguridad, Ricardo Yáñez Reveco, sus reiteraciones son expresión de un compromiso delictual: “Son personas a las que el respeto por los demás les resulta ajeno y las restricciones sanitarias significaron una dificultad para su accionar delictual; sin embargo, no dejaron de intentar y han seguido delinquiendo”.
El respeto a las normas y restricciones en una pandemia no es un asunto particular, y no puede estar circunscrito al derecho individual. Es necesario seguir fiscalizando y seguir haciendo cumplir las medidas sanitarias.