Editorial

La creciente jefatura femenina en los hogares chilenos

En Chile había, al momento del censo, 5,45 millones de hogares, de ellos, el 39,4% declaró a una mujer como jefa, es decir, 2,15 millones. Un escenario que contrasta con las cifras de 1990, ese año sólo un 20,2% de los hogares tenía a una mujer como jefa de hogar.

Por: Editorial Diario Concepción 23 de Abril 2019
Fotografía: Archivo

La estructura social de Chile ha cambiado profundamente, y es muy posible que esto sea solo el inicio de  transformaciones aún más hondas. Cambios en demandas y expectativas y una concepción diferente del modo de vivir y, en este último aspecto, un nuevo ordenamiento de jerarquías o definición de hogar y el rol que en éste desempeñan sus integrantes.

Particularmente interesantes e ilustrativas han sido las respuestas al inquirir en los hogares por quién era el jefe del hogar, las cuales generaron una inmediata controversia, ya que el concepto de jefe de hogar no tiene ahora la claridad que tradicionalmente tenía; el hombre, como sinónimo de padre y proveedor, ya que los datos de la Encuesta Casen revelan que éste ha dejado de ser la única opción.

Según esta encuesta, en Chile había al momento del censo 5,45 millones de hogares, de ellos, el 39,4% declaró a una mujer como jefa, es decir 2,15 millones. Un escenario que contrasta ostensiblemente con las cifras correspondientes levantadas en 1990, ese año, sólo un 20,2% de los hogares tenía a una mujer como jefa de hogar. En términos sencillos, aunque rotundos, en los últimos 25 años se han duplicado los hogares con una mujer como jefa, con un punto de inflexión entre 2000 y 2011, cuando esa proporción aumentó en casi 16 puntos porcentuales, de 23,1% a 38,8%.

La otra parte de esa nueva información es todavía de mayor impacto, ya que, la situación descrita podría reflejar solamente un cambio en cuanto a liderazgo o proporción de los aportes en cada familia, en efecto, lo más sustantivo de la situación actual es que de los más de dos millones de hogares con mujeres como jefas de hogar, aproximadamente la mitad son hogares monoparentales, donde no hay un cónyuge o pareja, pero sí hijos presentes.

La mayor declaración de jefatura en hogares donde hay un cónyuge o pareja, va de la mano con la inserción laboral de las mujeres, se estima que la probabilidad de que la mujer sea jefa de hogar aumenta en 14 puntos porcentuales si ella trabaja. El contexto de esta situación es que en Chile la participación laboral de las mujeres es aún baja, aunque es un ámbito en el que han logrado mayor presencia en las últimas décadas. Así, en 1990, la tasa de participación laboral femenina era de 30%, aumentando a 43% en  2012. Un incremento que en las mujeres casadas fue mucho más importante, pasando de 27,9% a 49,4%, en aproximadamente el mismo periodo.

La realidad que muestra el censo puede tener distorsiones, como la inhibición de declarase jefa de hogar, en determinadas situaciones sociales, la fuerte influencia de la condición socioeconómica, o la fuerza relativa de los  roles tradicionales, como puede ocurrir en situación de ruralidad.

Sean cuales sean las cifras de empleabilidad o de jerarquía en los hogares, el problema irresuelto es la inequidad de trato  a la mujer, no sólo en las menores rentas por tareas similares desempeñadas por hombres,  sino del acceso a otras oportunidades como perfeccionamiento o facilidades por maternidad o la mal distribuida tarea de cuidado y educación de los hijos.

Los cambios en la sociedad chilena, para hacer justicia a la mujer en todos los ámbitos, van en la dirección correcta, la dinámica para obtenerlos en igualdad de términos debe ser sin pausa, pero sin prisa, tiene que haber una base estable para construir la sociedad de mañana.

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