Editorial

La nueva mirada a la producción frutícola regional

Por: Editorial Diario Concepción 31 de Enero 2018
Fotografía: Archivo

La magnitud de las cifras que describen la importante producción forestal y pesquera de nuestra región, oculta la más bien comparativamente modesta producción agrícola, aunque por siglos, ha sido ésta última una vocación en esta parte del territorio. El ámbito agropecuario dio en su oportunidad el impulso suficiente para hacer de nuestra región una de las más prósperas de Chile. En la actualidad esa línea productiva está representada por la presencia de pertinaces pequeños  agricultores.

Es interesante observar la información que, sobre el particular,  entrega el Centro de Información de Recursos Naturales, (CIREN) un instituto de apoyo del Ministerio de Agricultura, que entre sus  tareas realiza un Catastro Frutícola, el cual consiste en una investigación censal de todo el universo de predios con plantaciones frutales comerciales, dando cuenta de la superficie, infraestructura y agroindustria frutícola.

La actualización del catastro frutícola en las regiones de Biobío, Araucanía, Los Lagos y Los Ríos, deja de manifiesto el paulatino traslado de la superficie frutícola nacional hacia las regiones del sur de Chile, atribuible al cambio climático, lo que podría representar nuevas oportunidades productivas en el rubro.

La última  vez que se realizó un  catastro en este rubro en la Región del Bío Bío, fue en 2012,  año en que la superficie frutal alcanzó 11.212 hectáreas. Actualmente, la región tiene14.947 hectáreas, lo que representó un aumento de 33,3%. Esta variación se generó por el fuerte crecimiento frutícola delas provincias de Ñuble y Bío Bío, las que aumentaron 39,8% y 19,6%, respectivamente. En términos absolutos la región que más aporta al crecimiento nacional es Maule con un incremento de 6.853 hectáreas en los últimos 4 años, seguido de Bío Bío con 3.741 y Araucanía con 3.233 hectáreas.

Las cifras por especie a nivel regional son encabezadas por el arándano, que alcanza 5.174hectáreas, registrando un aumento de 20,9% en los últimos cuatro años. El segundo lugar lo ocupa el nogal con 1.745 hectáreas, aumentando un 115,9% desde el 2012. En tercer lugar está el cerezo, con un total de1.616 hectáreas y le siguen la frambuesa (1.494 hectáreas), el manzano rojo (1.403 hectáreas) y el avellano (1218hectáreas), este último es la especie que porcentualmente más creció en los últimos cuatro años con un incremento de un 315%

En comparación con  los retornos que se obtienen por los productos estrella de la región, las cifras de comercialización de nuestros exportadores fruteros resultan más  bien menguadas, pero hay en esta última actividad factores agregados que la hacen digna de respaldo y apoyo, por una parte, el ser por su propia índole amigable con el medio ambiente, participando en el ciclo biológico de la naturaleza, por otro, representan una actividad que no puede perder actualidad o significado, las tecnologías pueden cambiar el valor de determinados materiales o productos, pero no sucede lo mismo con la alimentación.

Por supuesto que no se trata de disminuir la importancia de nuestras exportaciones tradicionales, pero si es conveniente otorgar la atención que se merece este antiguo recurso productivo, la hortofruticultura tiene una oportunidad con los nuevos avances, con la mejoras en técnicas e insumos, con una forma de regadío más eficiente y  de paso, ayudar a cuidar el patrimonio ambiental de nuestra región.

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