Editorial

El cercano desafío de la inteligencia artificial

Por: Editorial Diario Concepción 17 de Enero 2018
Fotografía: Pexels

Hasta no hace demasiado la descripción de inteligencia artificial estaba en el subconsciente colectivo como una realidad propia de la ciencia ficción, o, para los más actualizados, a título experimental, en algunos laboratorios primer mundista de avanzada tecnología.

Sin embargo, sigilosamente,  a veces ya incluida de modo parcial en determinados dispositivos  automatizados, esta tecnología ya está incorporada, en vehículos de alta gama, en instrumentos y aparatos de última generación.  Con pensamiento retrospectivo, es posible descubrir que la Inteligencia Artificial no es una moda ni es algo reciente, los desarrollos teóricos comenzaron antes que la revolución tecnológica-industrial  incentivada por la segunda guerra mundial, y  los ensayos prácticos en universidades y centros de investigación y desarrollo.

Sin embargo, con el impulso de grandes empresas computacionales, los avances prácticos en inteligencia artificial  comenzaron a impactar a la sociedad, no sólo haciendo las tecnologías asociadas más accesibles a la industria, sino también siendo parte de la vida cotidiana. Por la magnitud y aceleración de estos desarrollos, organizaciones como el World Economic Forum, han analizado el impacto que esto puede tener, tanto en la economía mundial, en el mundo del trabajo, como en la medicina y en las ciencias sociales, ya que aparecen posibilidades antes consideradas absolutamente fuera de las competencias humanas, un planeamiento presente en el libro Homo Deus, de  Yuval Noah Harari.

El primer problema que se plantea frente a la inteligencia artificial es definir con exactitud qué es la inteligencia, cómo funciona y con qué base ésta notoria característica humana, que en términos muy amplios es la capacidad para tomar decisiones y responder a determinados estímulos internos y del entorno y aprender  de cada experiencia para perfeccionar las respuestas, desde resolución de problemas de creciente complejidad  a destrezas motoras cada vez más eficientes.

Algunos de estos procesos no son demasiado complejos, siguen  una secuencia predecible y duplicable de acciones, son justamente estos los primeros y más rápidamente ejecutables por dispositivos automáticos, para reaccionar frente a una determinada serie de señales. Sistemas computacionales que almacenan una enorme cantidad de datos y que efectúan con rapidez revisión de anormalidades numéricas. Millones de ejemplos van apareciendo cada día en la industria: sistemas inteligentes que predicen fraudes con 3-4 veces más efectividad que los humanos, sistemas que son capaces de conducir un vehículo autónomamente, interfaces humano-computador utilizando el lenguaje humano para atender a clientes, realizar diagnóstico diferencial entre miles de signos y síntomas para describir estados de salud.

Estas innovaciones y su impacto en nuestro mundo cotidiano están mucho más cercanas de lo que parecen y deberían ser objeto de estudio en términos concretos, no solo objeto de seminarios de alto nivel, es una consecuencia de un progreso que no tiene visos de detenerse, ni en fuerza ni en velocidad, por tanto en cada entorno laboral hay que hacer una bajada local y administrar los medios para estar a la altura de las nuevas circunstancias, particularmente en todas las instituciones que están encargadas de formar recurso humano, para interactuar con el mundo de las inteligencias artificiales para el bien común de las personas y las sociedades.

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