Editorial

La preocupante posibilidad de baja participación electoral

Por: Editorial Diario Concepción 08 de Noviembre 2017
Fotografía: La Tercera

La cercanía de las elecciones ha despertado a los mismos fantasmas, sobre todo aquel de la abstención, la falta de interés o compromiso de numerosos colectivos de la sociedad que deciden marginarse de este acto trascendental de la vida republicana.

Las encuestas no son un sucedáneo de la democracia, es un ejercicio que se presta para las interpretaciones propias de todo proceso estadístico, por lo tanto, no importa con cuanta neutralidad y buena intención sean ejecutadas siempre reservan sorpresas, ya que no incluyen a la totalidad del universo posible y puede que las muestras de población consultada no lo representen.

Es por eso que las diversas colectividades políticas están tratando de motivar a los jóvenes para que estos se hagan parte de esta gran responsabilidad colectiva de elegir los conductores de la maquinaria del Estado, una situación que es radicalmente distinta a la décadas anteriores con una juventud que solía llevar la pauta ideológica del país.

Una publicación en ese sentido, de hace una década, con el título “Participación y tendencias política en estudiantes universitarios”, describía una realidad que sigue, aunque en aumento, perfectamente vigente en la actualidad, utilizando como caso a los estudiantes de la   Universidad de Chile, que hasta el golpe de Estado  mostraban una  relación estrecha con la realidad política del país, un verdadero «barómetro» de lo que sucedía en la sociedad, para pasar al desapego una vez restablecida la democracia.

A pesar de la gran participación juvenil en los movimientos universitarios, se aprecia una disminución progresiva en la participación de los jóvenes en las elecciones a nivel nacional y poca cercanía con la actividad política en general, posible producto de un cambio de modelo cultural que ponía énfasis en la «razón social», o sea  aquello útil para la colectividad, a uno que más bien atiende a lo que los jóvenes consideran útil para su desarrollo personal. Según analistas,  lo colectivo ha pasado a ser  cada vez más concebido como un medio y menos como un fin.

Entre otras razones, esta puede ser parte de la explicación por la cual los jóvenes ya no acuden a las urnas a votar por sus representantes, los medios de hace diez años ya habían verificado este fenómeno en planteles de tradición política como las universidades De Chile, Católica y De Concepción,  en las elecciones de 2007 de la Universidad de Chile votó sólo el 40% de los alumnos, poco más de ocho mil de un total de 20 mil estudiantes y en la U. Católica participaron 9.700 de un total de 21 mil, En el plantel de la universidad penquista votó menos de un cuarto de los 17 mil alumnos, proporción que sigue vigente.

La declaración de un dirigente estudiantil de ésta última universidad resulta elocuente “Los estudiantes no se sienten representados por sus dirigentes, porque sienten que son muy políticos, que no se preocupan por los problemas concretos”. Un fenómeno visible, ya que para muchos de ellos el cargo ha sido utilizado como plataforma de lanzamiento para la política partidista, con numerosos ejemplos instalados en el Parlamento.

Se puede añadir como otro motivo para ausentarse de las urnas, la manifiesta actividad autorreferente de los actores políticos, inmersos en sus propias maniobras de permanencia. Aun así puede que algunos jóvenes descubran que el único modo de corregir esta realidad es hacerse parte.

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