Editorial

Compromisos faltantes en la protección del mar

Por: Editorial Diario Concepción 20 de Junio 2017
Fotografía: Pixabay

Es un hecho conocido que el pensamiento adolescente se caracteriza por mostrar un divorcio entre el pensamiento idealista y el compromiso de hacer algo al respecto, en ese sentido los chilenos somos juveniles, entre nuestro declarado convencimiento de la importancia del mar y lo que hacemos con el.

Sin embargo, esta vez hay, por lo menos, anuncios optimistas , en ocasión del Día Mundial de los Océanos que se celebró la semana recién pasada, se puso de relieve la importante señal que Chile envía a los habitantes del planeta, al informar, por parte del Ministerio del Medio Ambiente, que durante los últimos cuatro años se han creado las áreas marinas en el Archipiélago Juan Fernández (450.000 ha), el Parque Marino Nazca Desventuradas, que es el más grande de Latinoamérica con 30 millones de hectáreas y otras 23.732 hectáreas del Área Marina Protegida de Múltiples Usos Pitipalena Añihue.

En el último mensaje presidencial se informó que otros dos parques se sumarán a esta superficie: en el Archipiélago de Juan Fernández con 13 mil 190 km2 y en la zona de Cabo de Hornos e Islas Diego Ramírez otros 100 mil km2. , dejando así a nuestro país en el grupo de aquellos con mayor zona económica exclusiva protegida del mundo- mar patrimonial-junto a Nueva Zelanda, Australia, Japón, Indonesia, Francia, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.

Ante esta situación hay una interrogante fundamental; cómo se protegen estos vastos territorios del océano chileno para merecer el denominador de áreas protegidas. Es ante esa interrogante que surgen las primeras observaciones de los expertos, quienes plantean que el mayor desafío es cuidar esos territorios, se puede, con la legislación adecuada, lograr un excelente porcentaje global de las zonas económicas exclusivas y protegidas , pero eso no basta para asegurar que las eco-regiones cesen de estar bajo constante y cercana amenaza .

Para expresar su preocupación, junto con el reconocimiento a esta iniciativa nacional, el director de una compañía líder en activismo ambiental y sustentabilidad, Patagonia Chile, subraya que “es una muy buena iniciativa, pero que es insuficiente porque una cosa es integrar áreas protegidas, pero si no hay un anuncio de cómo se va fiscalizar que estas zonas sean realmente protegidas y que no se puedan explotar, carece de complementariedad”.

Puede haber una respuesta gubernamental que haga más estrictas las regulaciones existentes, pero el hecho concreto es que el mar es sistemáticamente contaminado y sobreexplotado en todo el mundo, el 80% de la contaminación del mar proviene de la descarga de plásticos, desechos agrícolas, de drenaje y pesticidas. A esto se suma al turismo en la costa, los puertos y desarrollos en bahías, el desarrollo urbano y la construcción, la minería, pesca y manufactura.

Según datos de la FAO el 52% de los campos de peces son explotados por completo, 20% son explotados moderadamente. EL 17% es sobre explotado el 7% está severamente empobrecido y el 1% está en vías de recuperación.

Proteger el mar para las futuras generaciones es una tarea de alta política, es verdad, pero sobre todo es tarea de cada habitante del planeta, nosotros incluidos, evitar la contaminación, adoptar conductas de reciclamiento, por ejemplo, se suele olvidar que los pequeños números, multiplicados por grandes números, son números enormes.

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