Editorial

La inminente emergencia del trabajo robótico

La robótica puede tener, sobre la escala de la producción, una consecuencia darwiniana, la sobrevivencia, en cada plaza de trabajo, del más apto; seres humanos o máquinas inteligentes.

Por: Diario Concepción 25 de Abril 2017

A menos que por irreflexión o indiferencia, el tema del trabajo robótico haya estado fuera de las preocupaciones cotidianas, para muchos trabajadores, particularmente aquellos que se desempeñan en grandes industrias, la posibilidad que su puesto de trabajo vaya a ser ocupado por una máquina podría ser una amenaza. En algunos entornos industriales de vanguardia, más que una amenaza imprecisa, es una posibilidad concreta y a corto plazo.

La pregunta clave es, resumidamente, si un robot puede sustituirnos en el trabajo, objeto de una publicación de análisis por el Banco Mundial hace un par de meses, ante la declaración de expertos que afirman que la automatización es la gran amenaza del mercado laboral en el futuro. Una amenaza que, desde el punto de vista productivo, incluyendo exigencias de calidad, es altamente beneficioso, con el efecto de tener en la escala de la producción una consecuencia darwiniana, la sobrevivencia, en cada plaza de trabajo, del más apto, seres humanos o máquinas inteligentes.

La dificultad reside en que las tecnologías avanzan con rapidez, y muchas de nuestras habilidades y organizaciones se mueven a un ritmo más lento. Se hace indispensable entender este fenómeno irreversible y en progresiva aceleración, las estrategias necesarias para que los trabajadores humanos avancen con las máquinas en vez de competir contra ellas, en una conclusión de expertos del MIT, Brynjolfsson y McAfee, que no hacen otra cosa que recordar el antiguo temor del hombre a ser reemplazado por artefactos.

La Unión Europea encabeza la lista de regiones donde existe el mayor uso de robots en las industrias: el 65 por ciento de los países con una cantidad por encima del promedio de robots industriales por 10.000 trabajadores, está en esa zona del globo. China acompaña estos fenómenos muy de cerca, se pronostica que para 2019, el 40% del volumen del mercado mundial de la industria robótica se venderá en ese país. 

Aunque no sea inmediatamente evidente, los robots no están sólo presentes en el ámbito industrial, de manera cada vez más importante realizan tareas domésticas, cortadoras de césped o aspiradoras, por ejemplo. Se calcula que la cantidad de robots en los hogares, se incrementará a 31 millones entre 2016 y 2019, con un valor de ventas de más o menos unos 13.000 millones de dólares.

De manera parecida se hace cada vez más habitual que las máquinas se encarguen de tareas rutinarias, sin errores o cansancio, desde la venta de artículos, siendo operadas por los compradores que registran los códigos de barras y pagan con tarjetas de crédito, a trámites burocráticos de diversa complejidad, liberando a trabajadores humanos.

Las avances son mucho más profundos que lo comúnmente conocido, diagnósticos médicos, construcción de otros aparatos de sofisticada tecnología, fábricas completas operadas en ausencia del hombre en gran parte de la línea de producción, como está ocurriendo en la industria automovilística, por señalar unas pocas instancias.

Sin embargo, sin el hombre no existirían, ni podrían autoperpetuarse adaptándose a las innovaciones y cambios. 

Si hay una amenaza en los puestos de trabajo, se abren otras tantas oportunidades, o más, de tareas para los humanos, solo que se requiere de otras capacidades y competencias, un escenario que en la educación superior, universitaria o técnica, no termina de conformarse.

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