Editorial

La infausta cruzada de los niños

Por: Diario Concepción 15 de Abril 2017

Suele haber una distancia considerable entre la realidad y la leyenda, sobre todo cuando la realidad histórica es a tal grado inverosímil que a la distancia del tiempo, se mezcla con el mito. En ese sector se ubica un episodio insólito de la historia medieval y de las cruzadas que terminó, como suelen hacerlo los grandes éxodos de personas, en una tragedia de dimensiones bíblicas.

A principios del siglo XIII, un niño francés, Esteban, procedente de la pequeña ciudad de Cloyes, anunció que se le había aparecido Jesucristo, para encomendarle la reconquista de Jerusalén. Dotado de una gran elocuencia que impresionaba a los mayores y encandilaba a los niños, recorrió Francia logrando reunir a cerca de 30.000 niños y algunos adultos para dirigirse a Tierra Santa

En 1212, comenzó la travesía de este grupo de niños europeos en dirección a Jerusalén. En una primera y fatigosa etapa, hasta el sur de Francia, al puerto de Niza. Tras pasarse semanas esperando para que Dios obrara el milagro de trasladarlos por vía marítima a Oriente próximo, los pocos niños de la expedición que aún sobrevivían al hambre y enfermedades, aceptaron la proposición de un grupo de marineros locales que les embarcaron en un flotilla. Estando cerca de Alejandría, en Egipto, la Cruzada de los niños terminó dramáticamente cuando los vendieron como esclavos. Ninguno regresó.

No fue necesario el flautista de Hamelin, un cuento posiblemente inspirado por este trágico episodio, para perder a los niños, sino la fe, inspirada por un conductor inocente. Todos los niños son igualmente vulnerables a estos señuelos, hay que estar atentos a falsos profetas o líderes nefastos, que bien pueden llevarlos a otras formas de esclavitud.

PROCOPIO

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