Editorial

Consumo de drogas y delincuencia juvenil

Cerca del 70% de delitos cometidos por adolescentes están relacionados con el consumo problemático de drogas y alcohol.

Por: Diario Concepción 15 de Abril 2017

No es infrecuente la falta de sintonía en las acciones de los políticos con las situaciones del mundo real, así, por ejemplo, cuando el año 2014 se discutía en la Cámara de Diputados el proyecto que despenaliza el consumo y autocultivo de marihuana, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda, entregaba los resultados del Estudio Nacional de Drogas en población general de Chile, de 12 a 64 años, correspondiente a ese mismo año.

Una encuesta realizada sobre una población de 20.133 personas en 108 comunas, mostraba que en el caso de los jóvenes entre los 12 a 18 años, el consumo de marihuana había aumentado casi el doble, de 6,7% en 2012 a 13,5% en 2014, al mismo tiempo que disminuía notablemente la percepción de riesgo ante el uso de la marihuana de un 46,8 % en 2012 a 34,4%.

Ninguna de esas cifras ha evolucionado para mejor, como una señal de esta indeseable tendencia, el Informe Mundial sobre Drogas 2015 de la ONU, señala que en Chile el consumo en niños de 13 años es de 15,7% en comparación con el 3% de 1995, y el de jóvenes de 17 años es de 38,9%, mientras que en 1995 era de 21,4%, la cifra más alta de consumo en el mundo.

En estrecha relación con estas circunstancias, en la ceremonia de inauguración de los tribunales especiales, hace pocos días, en el auditorio de la Corte de Apelaciones penquista, Patricio Bustos, director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), al ser consultad sobre el diagnóstico que tiene el organismo a nivel local sobre el este tipo de sustancias, dijo que hay una preocupación particular por el consumo de la pasta base en Coronel, de marihuana en la Universidad de Concepción y alcohol en Talcahuano.

Las implicancias del consumo de marihuana tienen muchos precedentes no atendidos a cabalidad. Así como se discutía en el Parlamento la despenalización del consumo, en parecida fecha, la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia expresaba su preocupación, ya que en opinión de la presidenta de la sociedad aludida, la discusión estaba mezclando el derecho de pacientes de patologías graves con el de los defensores del autocultivo; y se instrumentalizaba el derecho de los pacientes a acceder a tratamientos eficaces y seguros, con el consumo para fines recreativos, sin considerar el bien colectivo, que es la salud pública.

En la práctica, no es soportable la teoría de la inocuidad, la inauguración de los tribunales especiales ya mencionados atienden a hechos concretos, citados por el ministro, quien, en cuanto a los menores de edad, explicó que estos cometen delitos influenciados por el consumo de drogas. "Cerca del 70% de delitos cometidos por adolescentes están relacionados con el consumo problemático de drogas y alcohol. En los adolescentes privados de libertad aumenta a un 85%". Su preocupación es que la respuesta tradicional de la justicia no ha sido suficiente para revertir este problema, y mediante nuevos programas se busca iniciar un camino de reversión.

Es esta una prueba, de muchas, que hay que exponer con claridad meridiana, antes que la opinión pública se robustezca de falsas ideas libertarias y progresistas sobre el consumo de marihuana por los jóvenes. Sencillamente no es una opción, en una sociedad sana, dejar este asunto en el marco de lo opinable o de las mayorías relativas.

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