Freud era muy exagerado para describir sus ideas. "matar al padre" es una figura metafórica, ciertamente dramática y de alto impacto, para expresar el momento, o el proceso, en el que uno se libra de su tutela para volar libre fuera del nido.
Freud era muy exagerado para describir sus ideas. "matar al padre" es una figura metafórica, ciertamente dramática y de alto impacto, para expresar el momento, o el proceso, en el que uno se libra de su tutela para volar libre fuera del nido. En su caso personal, con un padre opresivo y dictatorial, no le quedaba otra.
Hay otras circunstancias, más allá de la metáfora de Freud, casos en que el camino elegido por el hijo revela la intención de romper todo tipo de vínculo con la trayectoria del padre. La vida, las ideas o los principios del hijo son una negación de los del padre, quien, en algún momento, pretendió inculcarle o se los mostró con su ejemplo. Ahí sí que adquiere un significado más ajustado esa idea de "matar al padre", rompiendo con lo que él representaba, defendía o creyó en su vida.
Lo que no suele considerarse, por los que han tropezado con esta frase oportuna para sus fines, es que en esta fórmula de independencia y autonomía aniquiladora, antes de decidir el fratricidio, es indispensable valorar al padre, en vías de eliminación, y al hijo que pretende extirparlo, ya que no siempre el primero es desechable y el segundo, suficiente.
Ante las dudas, las sociedades más antiguas y prudentes, en base a muchos siglos, por no decir milenios, de cuidadosa observación de resultados, han decidido utilizar conjuntamente lo mejor de sus generaciones, la energía de los nuevos y la experiencia de los viejos, un sinergismo, de probada utilidad. Operar en forma automática mediante el exterminio de lo antiguo, reemplazado por el cambio, la novedad, la juventud y una predecible cuota de soberbia, puede resultar en el redescubrimiento de la rueda o la repetición de pecados u errores olvidados.
PROCOPIO