Editorial

El profesor de hoy para el mundo de mañana

La tarea de los profesores del siglo 21 es generar ambientes de aprendizaje en los que primen el debate de ideas y la comunicación efectiva. Unir conocimientos, en un contexto interdisciplinario y de búsqueda de soluciones innovadoras, propias de un mundo mutante.

Por: Diario Concepción 10 de Abril 2017

Está planteado, quiérase o no, un desafío inevitable, enseñar para los tiempos que vienen o verse atrapado en aprender todo lo que hace falta para un mundo que está dejando de existir. Es la tarea más urgente de los profesores, enfrentar a sus alumnos con esa perspectiva, para qué y cómo formarlos, qué herramientas entregar cuando no se está seguro del tipo de profesiones que existirán cuando esos niños egresen de las escuelas y colegios.

Puede ser que con el interminable ruido de la reforma educacional y sus no menos interminables modificaciones e intentos de acuerdo, se haya dejado de escuchar la voz de los expertos advirtiendo que el futuro ya está aquí y que no hay tiempo que perder, porque la realidad continuará cambiando, debido al desarrollo de una sociedad donde la información y el conocimiento se actualizan a grandes y veloces pasos.

Una analista y socióloga francesa, Noémie Le Donné, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), asevera, "En 15 años más, a las personas no se les va a recompensar por la cantidad de información que reciten; para eso está Google. Lo que realmente va a importar son las cosas que logren hacer en base a ese conocimiento, de qué forma logran ser críticos y creativos con aquello que se les presenta". 

La respuesta está en diferentes contextos, pero señalan parecida dirección; los alumnos del siglo XXI necesitan profesores que fomenten su curiosidad por aprender, con competencias para integrar saberes y motivar la discusión, los cuestionamientos y la búsqueda de soluciones en sus alumnos. 

Despertar la curiosidad, el interés por saber después de explorar, está en la base del concepto de aprendizaje continuo y constante. Si se fomentan las ganas de explorar, en opinión de los expertos, es probable que los nuevos desafíos se enfrenten sin miedo. Es esa la tarea demandante y necesaria de los profesores de hoy, aquellos que deben tener la mente puesta no en su futuro, que es predecible, sino en el desconocido, pero intuido futuro de sus estudiantes.

De ahí que la tarea de los profesores del siglo 21 apunte a generar ambientes de aprendizaje en los que primen el debate de ideas, la capacidad de comunicarse efectivamente y de aunar conocimientos en un contexto interdisciplinario y de búsqueda de soluciones innovadoras, preparación para un mundo mutante, crear las aptitudes adecuadas para la rápida y eficiente adaptación, imposible de lograr con contenidos estancados y rutinarios.

Es igualmente importante que el maestro tenga un alto conocimiento de lo que enseña. La investigación ha demostrado que los estudiantes obedecen más a quienes conocen su materia, que tenga comunicación constante con ellos, que tenga las ganas de continuar capacitándose y querer estar al día con la tecnología, que constituye una realidad virtual cuyo adecuado uso permite convertirla en fuente de aprendizaje.

Premiaciones a nivel mundial de maestros han enfatizado las razones por las cuales algunos de ellos han tenido logros destacables con su alumnado, independientemente de sus entornos socioeconómicos, en común esos maestros han tenido la capacidad de encender la curiosidad y la creatividad de los niños y jóvenes, en base a sus propias realidades y circunstancias, y proponer cambios a escala humana, en las más diversas circunstancias, capacitar personas para actuar en un mundo nuevo y diferente.

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