Editorial

Confianza ciudadana en los Carabineros

No es posible que, livianamente, se esparza hacia todo el cuerpo de carabineros la culpa de un puñado de sus integrantes, que han faltado a su deber y han traicionado a sus camaradas, al romper con una tradición que enorgullece a la institución y cada ciudadano chileno.

Por: Diario Concepción 26 de Marzo 2017

Los resultados de una encuesta efectuada por la Universidad Diego Portales había mostrado un progresivo aumento de la valoración que la ciudadanía otorga a Carabineros, sobre un 50% de la población les manifiesta confianza, lo que sitúa a esta institución como la más confiable del país, superando a radios, Fuerzas Armadas y Municipalidades, entre otras.

En su oportunidad, el general director Bruno Villalobos, agradeció los resultados "a nombre de los más de 55 mil hombres y mujeres de Carabineros, este apoyo ciudadano. Nos honra…, renovamos nuestro compromiso de servir al país y contribuir a la seguridad de sus habitantes. Somos la frontera del delito y ese deber no admite excusas".

Dramáticamente diferente en tono y contenido resulta su última declaración, brevemente, pero con inalterada dignidad, se dirige a los hombres y mujeres que conforman su institución al expresar su sentimiento de "rabia, dolor, vergüenza" por lo que califica de traición hacia la institución por parte de aquellos que abandonaron su juramento. Una arenga de apoyo anímico a todos sus subalternos en un momento sombrío, al estar sometidos a "la mirada de desconfianza de los ciudadanos, que se ha posado"- en términos del general- "sobre nosotros y la institución".

Es imperativo describir esta situación en los debidos términos, no es posible que livianamente, influenciados por la cobertura mediática y las gravedad de los hechos, se esparza hacia todo el cuerpo de carabineros la culpa de un puñado de sus integrantes, que han faltado a su deber y han traicionado a sus camaradas, al romper con una tradición que enorgullece a todos los integrantes de la institución y a cada ciudadano chileno que ha exhibido históricamente la probidad de sus carabineros como una diferencia sustantiva con otros colectivos similares en otras latitudes.

Efectivamente, es parte innegable del subconsciente colectivo nacional asociar indivisiblemente a los carabineros, con seguridad y confianza, con la presencia material del orden y protección, como deber del Estado, cara visible de ese compromiso constitucional. Es por eso que el primer pensamiento de un ciudadano común ante una situación social anómala, no solo ante la presencia o sospecha de actuar delictivo, es llamar a carabineros. Hay definitivamente un antes y un después cuando los carabineros se hacen presentes. El regreso de la tranquilidad como anuncia el himno institucional de Orden y Patria .

En el proceso que se está viviendo en la institución y que revela detalles cada vez más explícitos, se hace evidente el abuso de la buena fe, la confianza en el recto proceder que, quizás por eso mismo, hizo posible que se vulneraran los procedimientos, por circunstancias estimadas como impensables para una institución cuya tarea es precisamente cuidar, entre otra cosas, los bienes de la sociedad.

Por sobre todo, deben predominar los valores esenciales, la tarea infatigable y patriótica, el sacrificio cotidiano, el trabajo solitario y aislado en fronteras y en los más aislados confines de la República, en condiciones de extrema dificultad. El espíritu de sacrificio de Carabineros en cada rincón de Chile, desde las urbes más pobladas al pueblo más humilde. Es absolutamente necesario no perder de vista el hecho concreto que ha sido un grupo menor en una institución de muchos miles que, ante esta adversidad, debe mantener su prestigio incólume. 

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