Editorial

El promisorio crecimiento de la agricultura regional

Revirtiendo la tendencia pasada, en los últimos 10 años, el total de suelos dedicados a la producción de frutas se duplicó, pasando de 6,3 mil hectáreas a las 14,9 mil hectáreas de hoy.

Por: Diario Concepción 24 de Marzo 2017

No es una noticia para quienes lo tenían entendido desde el principio, que a la Región del Bío Bío se le había cursado una invitación para impulsar su natural destino como zona agrícola, el término de agroindustria no hace otra cosa que poner el denominador más de acuerdo con la nomenclatura en uso, pero las implicancias siguen siendo las mismas.

Desde tiempos de la Corfo, con el aterrizaje de los impulsos de la industria pesada, la refinería de petróleo, la Compañía de Acero del Pacífico, Fanaloza, la industria textil, la refinería de azúcar, hubo un cambio de enfoques, indudablemente para bien, con estas iniciativas se produjo el despegue regional, pero al mismo tiempo se restó énfasis a otras actividades que, bien miradas, no eran mutuamente excluyentes, como la natural vocación del agro.

Es ampliamente conocida la situación que las industrias viven en el mundo económico actual, la apertura de los mercados y el paulatino distanciamiento de los competidores más agresivos, en un mundo que no da cuartel y rara vez lo concede cuando se le solicita. 

Con el título de Sector agropecuario de la VIII Región del Bío Bío, el año 2007 se publicó un "Documento Informativo y de Análisis de Contexto para Apoyar Propuestas y Acciones de Investigación y Desarrollo Productivo" del Departamento de Economía Agraria, Centro Regional de Investigación Quilamapu, Instituto de Investigaciones Agropecuarias, por supuesto, ni el primero ni el último de los organismos que llaman la atención sobre esta oportunidad desatendida por la gran política. 

En su introducción, describe la vocación agropecuaria regional, con la presencia masiva de pequeños agricultores y gran diversidad agrícola y agroecológica, señalando que "se mantiene la importancia en cultivos anuales, no obstante la reducción de superficie productiva de los últimos años cercana al 25%", destacando la importancia de cultivos industriales, cereales y la implementación de negocios asociados a exportación, la ganadería bovina y el subsector hortícola, de igual modo señala a la viticultura ,que posee la tercera superficie nacional. 

A diez años de distancia de ese informe, con cambios notables de escenario, se abre una nueva ventana para este aspecto de la producción de la Región, se la ha descrito como una "revolución silenciosa", en la cual se agrupan circunstancias favorables; el cambio climático, los precios de las frutas en comparación con otros cultivos, las nuevas tecnologías de riego y de envases para la exportación han impulsado un paulatino aumento de las superficies frutícolas. 

Revirtiendo la tendencia pasada, en los últimos 10 años, el total de suelos dedicados a la producción de frutas se duplicó, pasando de 6,3 mil hectáreas a las 14,9 mil hectáreas de hoy. Para el presidente de la Sociedad Agrícola del Bío Bío, este auge productivo se combina virtuosamente con los productos de la ganadería y la industria de productos del mar, situación que permite proyectar a la Región como la principal potencia alimentaria de Chile.

Los requisitos son los de siempre; inversiones agroindustriales; proyección, diversificación e innovación de cultivos, liderazgo exportador, estrategias de ajuste y crecimiento hortícola y vitivinícola, y toma de decisiones coordinadas de actores privados y públicos. Parece complejo, pero la opción de renuncia a esta oportunidad es inaceptable.
 

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