El sábado, justo en el día en que en Concepción se daba inicio a la tercera versión del Rock en Conce, REC, más al norte, en St. Louis, Estados Unidos, dejaba de existir Chuck Berry, quien, a sus 90 años, era reconocido por muchos como el padre y el símbolo viviente del Rock & Roll.

Nacido en 1926, no muy lejos del delta del Mississipi, Berry manifestó muy temprano sus inquietudes musicales, incursionando en el jazz, el blues y el rockabily.

A principios de los ‘50, mientras el sello Sur Records comenzaba a pavimentar la irrupción del Rock & Roll, ingresó a una banda que a poco andar terminaría llevando su nombre. Y así, en la segunda mitad de la década, ganaría notoriedad y reconocimiento con clásicos inmortales como Roll over Beethoven y Johnny B. Goode. Es interesante detenerse en esta última canción, en la que decribe a un joven rebelde, semi analfabeto, pero capaz de tocar la guitarra como los dioses. En cierta forma, con este himno, Berry reescribió su propia biografía, confundiéndose la imagen arquetípica de Johnny con la suya propia. 

A no confundirse, él no fue el creador del Rock & Roll, ni el intérprete más exitoso, pero fue el primer héroe de la guitarra propiamente tal, y su estilo influyó decisivamente en la nueva generación de músicos que se abría paso en los ‘60, como Keith Richards y John Lennon, e incluso en "guitar gods" de los ‘70, como Jimmy Page, Ritchie Blackmore o Angus Young de AC/DC, quien descaradamente le robó su paso del pato. 

Volviendo a estas latitudes, es posible que sea algo exagerado hablar de Concepción como la cuna del rock. Da igual, lo importante es que esta ciudad no pierda esa aura icónica que ha cultivado por generaciones. Sin duda, eventos de la talla del REC son un aporte decisivo en esa lucha.

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