Editorial

Se decide no decidir

Estudiantes universitarios de la capital realizaron hace un par de años, una parodia cuyo éxito sorprendió incluso a los propios autores, sería sin saberlo nadie una suerte de premonición.

Por: Diario Concepción 02 de Diciembre 2016

Estudiantes universitarios de la capital realizaron hace un par de años, una parodia cuyo éxito sorprendió incluso a los propios autores, sería sin saberlo nadie una suerte de premonición. Desilusionados con los proyectos presentados por candidatos a la presidencia de su centro estudiantil, crearon un nuevo partido, un conglomerado cuya denominación resultaba plenamente inclusiva; Centro Derecha Revolucionaria Izquierdista Cristiana Comunista, Frente Unicornista de Liberación, Gente que Encontramos en el Patio e Independientes

Lo interesante fue que ese grupo resultó elegido para representar a los estudiantes de su facultad. Una situación reglamentariamente válida, que pudo ser innovadora por lo rupturista, pero con algunas connotaciones difíciles de ignorar en el corto plazo, aun por sus propulsores, que no se esperaban tamaña consecuencia y tener que hacerse cargo. El no poder a ciencia cierta, sin pecar de excesiva solemnidad, discriminar entre comedia o tragedia, o entre ironía y sarcasmo.

Los estudiantes en cuestión, optaron, en realidad, por no optar, en "La rebelión de las masas", Ortega y Gasset reflexiona sobre esta condición de la vida, aquella de estar fatalmente forzados a ejercitar la libertad, a decidir lo que se desea ser en este mundo, una actividad que no puede abandonarse, "inclusive cuando desesperados nos abandonamos a lo que quiera venir, hemos decidido no decidir".

Muchos ciudadanos en la actualidad, ante la desilusión o el desengaño, parecen preferir el no elegir, o su forma más irónica, elegir cualquier cosa diferente a lo que ha existido, sin pensar en la consecuencia, como ocurrió con los estudiantes en cuestión; que la realidad demanda hacer las cosas en serio.

PROCOPIO
 

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