Editorial

La responsabilidad ciudadana para construir una ciudad

Ante la envergadura de las demandas y su diversidad, la ciudadanía tiene que hacerse parte. El ciudadano debe encontrar su papel para construir una mejor ciudad, desde la simple consulta, a su compromiso material en recursos y tiempo para tareas de común beneficio.

Por: Diario Concepción 21 de Septiembre 2016

Ante la envergadura de las demandas y su diversidad, la ciudadanía tiene que hacerse parte. El ciudadano debe encontrar su papel para construir una mejor ciudad, desde la simple consulta, a su compromiso material en recursos y tiempo para tareas de común beneficio. 

Si las ciudades hubieran- dado lo antiguas que son como concepto- solucionado sus grandes problemas, no habría necesidad de ocupar tanto tiempo en ellas. Sin embargo, crecen y pasan de un problema a otro, llegando no pocas veces a situaciones límite, crisis que parecen sin salida. Hay entonces una subyacente situación de diagnóstico incompleto, de realidades inmanejables al corto plazo, que obligan a una constante revisión.

Hace un par de semanas, se hizo en Concepción la Conferencia Internacional de ciudad Re Encuentro Urbano, para agregar a los conceptos generales de características actuales y mejorables de las urbes, el valor indispensable de la participación ciudadana. Vista desde la perspectiva de los habitantes, la ciudad es un gran escenario de mutante complejidad, sobre la cual hay interrogantes comunes y transversales. La razón de estar allí, si estará en ella la satisfacción de sus necesidades, la naturaleza de su futuro probable, la estabilidad de sus desarrollos, en consecuencia, la antropología urbana, que cumple el importante papel de estudiar y analizar a los ciudadanos y las comunidades que componen la ciudad.

El ciudadano, como su denominación da a entender, es el hombre que vive en, para y por la ciudad, implica su relación con otros y con la ciudad misma cuyo destino en cierto modo comparte. Por tanto, está comprometido con ella, o al menos así debiera estarlo, su relación con la urbe es inevitable, ya que no pocas veces vincula con ella su destino y el de su familia, y resulta indispensable que el futuro de la ciudad sea positivo y estable, que el proyecto de ciudad sea sostenible.

Según una definición de las Nacional Unidas, la ciudad sostenible "es capaz de satisfacer sus necesidades en el presente, sin comprometer la capacidad para satisfacer sus necesidades en el futuro, enfocada a la integridad y la estabilidad social y económica y la calidad de vida de su población". En razón de lo anterior, debe estar hecha a la medida de las personas, a escala humana, atendiendo a sus necesidades, al consumo de recursos, a los bienes comunes de trabajo y educación y esparcimiento,

Ante la envergadura de las demandas y su diversidad, la ciudadanía tiene que hacerse parte, algo que muy difícilmente se instala espontáneamente. Por tanto, es necesario que se abran espacios para que el ciudadano encuentre su papel en las tareas de construir una mejor ciudad, desde la simple consulta, a su compromiso material en recursos y tiempo para tareas de común beneficio. Las autoridades responsables deben propiciar la participación en distintos ámbitos e instancias, promocionar el desarrollo local, el compromiso en la toma de decisiones y proporcionar liderazgo, definir valores, visiones y metas comunes entre los ciudadanos.

La ciudad sostenible, además de la satisfacción colectiva, se relaciona profundamente con la equidad social, se requiere solidaridad y respeto de las personas, bajo el entendimiento del ciudadano como ser social, para la mejor ciudad debe existir el protagonismo del ciudadano, participando en las decisiones relativas a su entorno, ya que este enmarca su vida tanto como la de su familia, en el momento presente y un largo futuro. 
 

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