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Economía y Negocios

Álvaro García, ministro de Economía: “había un enorme temor de que se perdiera una gran cantidad de empleos, lo que no ocurrió”

El secretario de Estado realizó un balance y evaluó el primer año de implementación del Plan de Fortalecimiento Industrial de Biobío, el que fue impulsado por la cartera económica.

Por: Diario Concepción 28 de Septiembre 2025
Fotografía: Cedida

A un año de su puesta en marcha, desde el ministerio de Economía hacen un positivo balance del Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío, iniciativa implementada para enfrentar los desafíos productivos y estructurales derivados del cierre de la Compañía Siderúrgica Huachipato e impulsar la diversificación económica de la Región. 

En entrevista con Diario Concepción, el titular de la cartera económica, Álvaro García, repasa las principales metas alcanzadas por este plan en su primer año de ejecución, detallando, entre diversas aristas, el impacto en el empleo de la Región, la proyección que tienen como ministerio y las próximas etapas a las que se debe avanzar. 

-A un año de la puesta en marcha del Plan de Fortalecimiento Industrial en Biobío y considerando que surge como una urgencia tras el cierre de la producción siderúrgica de Huachipato, ¿cómo evalúan su implementación desde el Gobierno?

Nosotros tenemos una evaluación muy positiva de la implementación del plan. Reconocemos que hay tareas y problemas pendientes, pero creo que se han atendido bien las principales dificultades que se enfrentaron al momento de cierre de Huachipato. Había un enorme temor de que se perdiera una gran cantidad de empleos, se hablaba de 20 mil empleos, lo que afortunadamente no ocurrió. Se han incluso recuperado empleos que se perdieron. Además, creo que existía una falta de esperanza respecto del futuro de la Región, porque una industria muy tradicional de ella desaparecía y creo que eso se ha revertido, se aprecian nuevas oportunidades de desarrollo industrial alrededor del sector energético, tanto eólico como de hidrógeno verde, un nuevo plan de construcción de madera industrializada, la conexión energética con Neuquén, la Política de Construcción Naval, todas oportunidades nuevas que generan una gran oportunidad para el Biobío y para el país en su conjunto. El Biobío puede colaborar de esta manera con el desarrollo estratégico de Chile.

-Respecto del empleo en la Región, ¿cuál es el nivel de impacto que ha tenido el plan en la meta de resguardar los puestos de trabajo?

Más del 75% de los trabajadores contratistas de Huachipato mantienen actualmente su continuidad laboral. El grueso de los trabajadores no perdió su empleo. Eso implicó un trabajo de acompañamiento técnico y financiero a los excontratistas de Huachipato, con una inversión de $4 mil 500 millones que ha beneficiado a 100 pequeñas y medianas empresas que proveían a Huachipato y, por esa vía, se retuvieron el 75% de los puestos de trabajo. 

Además de eso, se creó un subsidio de retención laboral que tenía el mismo propósito, que benefició a 1.250 trabajadores, con un total de $1.500 millones. Y, por otro lado, se apoyaron inversiones en 59 empresas proveedoras de Huachipato, todas pequeñas y medianas, por $1.900 millones. Con todo eso, se logró evitar el incremento en el desempleo. Si no me equivoco, Biobío en general, ha mantenido tasas de desempleo similares a las del resto del país; por lo tanto, no se vio un impacto muy negativo en esa materia.

-En lo que han visto como Ejecutivo, ¿cuáles son los principales avances o hitos que se han registrado en el Plan de Fortalecimiento Industrial en su primer año? 

Un avance muy importante es el hecho de que se haya consolidado una gobernanza público-privada de este ejercicio, donde participa el Gobierno Regional, el Gobierno Nacional, los diversos ámbitos del sector privado y también el movimiento sindical. Este es un ejercicio bastante inédito en el país, donde todos juntan fuerzas para sacar adelante una región. Esa gobernanza, a través de un continuo trabajo que ha implicado más de 17 sesiones de trabajo de este colectivo, identificaron 32 medidas ejecutadas por el plan, donde el 66% de ellas se encuentra en ejecución o finalizada. 

Se están monitoreando constantemente 62 proyectos y nosotros, como Ministerio de Economía, comprometimos 113 gestiones para asegurar que esos proyectos lleguen a su término. El 61% de esas gestiones ya han sido resueltas. Además de atender la urgencia del empleo e identificar medidas de fortalecimiento de la industria existente, se elaboraron medidas para desarrollar nuevos sectores en Biobío. La Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) ha comprometido US$20 millones para hacer convocatorias abiertas para crear un anillo industrial de hidrógeno verde, fomentar la demanda de H2V y de encadenamiento productivo en la Región, y crear un centro tecnológico de manufactura avanzada para aprovechar la enorme experiencia industrial que tiene la Región del Biobío y un tercer centro que promueva y facilite la transición energética.

Todo esto está en curso, las licitaciones ya están abiertas, prontas a ser concluidas y, por lo tanto, pronto a iniciarse el trabajo de estas actividades. Y, por último, el Gobierno anunció en Talcahuano hace unos meses, la Política de Construcción Naval va a fortalecer más bien una industria existente y de gran significancia en la Región, como también la integración a través del gasoducto con Neuquén, lo que va a bajar el costo energético para la Región y, por lo tanto, también constituirse en un nuevo impulso para el desarrollo de la industria.

-En la línea del avance de las distintas medidas, ¿cuándo va a estar ejecutado el plan en su totalidad?

Hay medidas que contempla el plan que son más a mediano y largo plazo. Por ejemplo, la Política de Construcción Naval tiene como propósito definir durante el próximo año su hoja de ruta para llevarla adelante y su labor va a ser permanente en el tiempo. Lo mismo ocurre con el Centro Tecnológico de Manufactura Avanzada, ya que este debiera estar operando durante el próximo año, pero su labor va a ser permanente. Por lo tanto, no va a haber un momento en que concluyan estas tareas. Lo importante en los casos de los US$20 millones de Corfo es el hito de adjudicación de estas licitaciones, todo lo cual debiese ocurrir antes que termine este Gobierno.

– ¿Cómo describe el trabajo con otros actores, tanto políticos, como privados y sindicales de la Región del Biobío?

Ha sido un trabajo muy positivo con todos los actores que han participado del foro que, como ya mencionaba, incluye al sector privado, al sector sindical y al Gobierno Regional. Y yo diría que en esa materia tenemos una tarea pendiente, pero muy bien dispuesta por ambas partes, el Gobierno Regional y este ministro, de que el plan pase a ser parte de la Estrategia Regional de Desarrollo, de tal manera que la hoja de ruta de Biobío 2050 considere este plan, lo haga propio y sea dirigido desde la propia región y su Gobierno Regional. Este es un proceso que está en curso, pero he leído recientemente y conversé también con el gobernador regional, Sergio Giacaman, de su disposición a que ello ocurra y creo que eso es lo que le va a dar vida permanente a este plan.

-En base a las proyecciones que mantienen como Gobierno, ¿cuál es el próximo paso que considera el plan?

Lo más importante es lo último que conversamos, que el plan sea integrado en la Estrategia Regional de Desarrollo, se complemente con las otras actividades que van a formar parte de esta estrategia y su liderazgo resida 100% en la Región, siempre contando, por supuesto, con el apoyo del Gobierno regional, del Gobierno Nacional y del Ministerio de Economía. Hoy, parte de las medidas que identificó el plan restan por ser implementadas, es muy importante lo que señalé de las inversiones públicas que se desplegarán a través de Corfo. Yo creo que lo otro importante de destacar es que se mantenga la gobernanza tripartita que ha tenido este plan, porque ha demostrado su fortaleza y es lo que le permite que perdure en el tiempo, más allá de los ciclos políticos que inevitablemente vive el país. Esta gobernanza no sólo ha sido eficaz, sino que también ha permitido proyectar el desarrollo de la Región, revalorizar sus oportunidades económicas, y mantener ese espíritu es lo que le va a dar vigencia permanente al plan.

-A futuro, con cambio de Gobierno, ¿qué quedará para el próximo mandato de un nuevo Ejecutivo respecto de este plan?

Además de las obras iniciadas y concluidas, quedará una hoja de ruta clara para el desarrollo del Biobío y el próximo Gobierno deberá cooperar con el gobernador regional para que esa hoja de ruta se lleve a cabo. Algunas de las componentes de esa hoja de ruta van a depender de recursos del Gobierno Central, como es lo que ya he señalado de Corfo o el compromiso del Ministerio de Economía para agilizar la materialización de los proyectos de inversión. Señalaba antes que ya se ha avanzado en el 61% de las gestiones identificadas, por lo tanto, quedan 39% pendiente. El Ministerio de Economía está muy bien dotado de capacidades para llevar adelante esa tarea y el próximo Gobierno deberá mantener ese esfuerzo.

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