“Se hace un llamado a evitar la especulación en la cadena de suministros, la cual, de ocurrir, debería ser un fenómeno de corta duración”, dijo el seremi de Economía del Biobío, Javier Sepúlveda.
Hasta el 4 de agosto se aceptaron importaciones de productos avícolas desde Argentina producto de un brote de gripe aviar en el país trasandino.
La iniciativa corresponde a una suspensión determinada por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), como una medida protectora de las producciones nacionales.
Según cifras recientes, el consumo anual promedio de carne de ave en el país se sitúa en, aproximadamente, 680 mil toneladas. De esta cifra, sólo una porción marginal es provista por importaciones. Específicamente, alrededor de 7 mil 600 toneladas provienen de Argentina, lo que representa cerca del 1,12% del consumo total nacional según detalló Javier Sepúlveda, seremi de Economía, Fomento y Turismo de Biobío.
“Este análisis de las cifras sugiere que cualquier disrupción en el suministro desde este país vecino tendría un impacto mínimo en la disponibilidad o en el precio final para el consumidor chileno. En este sentido, se hace un llamado a evitar la especulación en la cadena de suministros, la cual, de ocurrir, debería ser un fenómeno de corta duración”, afirmó el jefe de la cartera de Economía en la zona.
Del mismo modo, el seremi explicó que es crucial entender que el mercado de las aves y los huevos se ve influenciado por variables estructurales de mayor peso que las importaciones marginales. “Uno de los factores más determinantes es la disminución de las temperaturas en el país. El clima incide directamente en la capacidad de producción de los planteles chilenos. Dado que se trata de productos perecibles que requieren una comercialización rápida, sus precios son altamente sensibles a estos cambios en el entorno de producción”.
En la mirada de Javier Sepúlveda, el mercado chileno de carnes de ave “demuestra una robusta capacidad de autoabastecimiento. La atención de la industria y los consumidores debe centrarse en factores macroeconómicos y climatológicos que realmente inciden en la dinámica de precios, más que en la influencia de importaciones de volumen reducido”.
Por su parte, José Miguel Stegmeier, presidente de Socabio, gremio que agrupa al sector agrícola regional, manifestó que no debiera ser un tema de mercado complejo para Chile y si tuviera algún efecto es menor. “Lo más importante en esta situación, es tomar los resguardos sanitarios correspondientes, ya que la gripe o influenza aviar, es una de las afectaciones más graves que puede afectar a un país o territorio, con pérdidas muy cuantiosas, representando dificultades mayores en el abastecimiento y complicando severamente las exportaciones”.
Desde el SAG, Carlos Orellana, jefe de la División de Protección Pecuaria señaló que “producto de la detección de un caso de influenza aviar altamente patógena en una granja comercial de la provincia de Buenos Aires que fue notificada la semana pasada, Chile procedió a restringir el ingreso de carnes de aves, huevos y de aves vivas procedentes de ese mercado”.
Sobre qué significa para el país el mercado de importaciones de productos avícolas desde Argentina, el jefe de la División de Protección Pecuaria dijo que “la nación trasandina representa el segundo mercado desde el cual nos abastecemos de este tipo de productos, el otro es Brasil que desde la semana pasada recuperó su capacidad de abastecernos de estos productos tras estar suspendido, por lo que no debería haber un impacto mayor en el abastecimiento de estos productos en Chile”.
Acerca de la situación respecto de la influenza aviar a nivel nacional y el cuidado de los productores locales, Carlos Orellana contextualizó que el que existiera un brote de gripe aviar en mayo en Brasil y otro en Argentina en agosto nos dice por un lado que “en la Región existe circulación viral y, por otro lado, comienza la temporada de aves migratorias que llegan a partir de la segunda quincena de septiembre”.
El llamado, por lo tanto, es a los productores nacionales a extremar las medidas de bioseguridad que es la primera barrera para hacer un enfrentamiento a esta patología y, por otro lado, hacer un llamado a la población en general ahora que viene un mejor clima y aumentar la salida a las playas para que no tomen contacto con aves muertas y ante una situación de mortalidad hacer la denuncia al SAG”.
Patricio Kurte, presidente de Chilehuevos expresó que el cierre de las importaciones avícolas desde Argentina no afectará el mercado de los huevos en Chile fundamentalmente por dos motivos. “Primero, que solo 1,5% aproximadamente de los huevos que se comercializan en Chile, provienen del exterior y, segundo, Brasil que estuvo con importaciones cerradas por influenza aviar, recientemente fue abierto, por lo que debería haber un neteo entre el cierre desde Argentina y la reapertura desde Brasil”.
Cabe señalar que en 2024 eran 13 los planteles industriales de aves en la región del Biobío, de los cuales 12 corresponden a ponedoras y uno de carne. Además, en 2023 hubo más de 30 despidos concentrados en Florida tras la instrucción de sacrificio de más de 250 mil gallinas productoras de parte del SAG en uno de los principales establecimientos de esa comuna.
Para abril de 2023 Florida había perdido el 31,7% del universo total de sus aves productoras, debido a los contagios de gripe aviar, esto luego que ascendiera a dos el número de planteles industriales con la presencia del virus.
Ante eso el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), instruyó el sacrificio de más de 250 mil ejemplares, entre ambos recintos afectados. En rigor, se trata de más de 70 mil gallinas ponedoras del primer caso registrado a fines de marzo, y otras 200 mil que corresponden al de las del mes de abril de ese año. Además de Florida otras comunas con planteles en esos momentos eran Los Ángeles, Quilaco, Quilleco, Penco, Hualpén y dos en Tomé.