La reciente entrega de la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) del INE da cuenta de una serie de datos asociados al mercado laboral, tanto nacional como local. En el caso de la Región, la mitad de los trabajadores percibieron $600 mil o menos de forma mensual.
Por Bruno Rozas Hinayado
La Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) 2024 reveló que la mitad de los trabajadores gana $600 mil o menos y que las mujeres perciben, en promedio, un 24% menos que los hombres.
Este reporte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dibuja un panorama complejo para la Región del Biobío. Aunque la masa total de ingresos creció en el último año, los niveles salariales se mantienen por debajo del promedio nacional y la brecha de género continúa.
De acuerdo con lo señalado en la encuesta, el ingreso medio mensual de las personas ocupadas en Biobío llegó a $800 mil 340, cifra inferior a los $897 mil 19 del promedio del país. La región cuenta con una población ocupada estimada en 679 mil 135 personas, de las cuales el 57,7% son hombres y el 42,3% mujeres.
La desigualdad salarial sigue siendo marcada: los hombres ganan en promedio $891 mil 798 al mes, mientras que las mujeres reciben $675 mil 819. Esto se traduce en una brecha de género de 24,2%. La diferencia también se refleja en el ingreso mediano, el que divide a la población en dos mitades, que en el caso de los hombres es de $656 mil 337, frente a $519 mil 990 para las mujeres.
Luis Méndez, director del Observatorio Laboral Biobío, comentó que “respecto a la brecha de sueldos entre hombres y mujeres, esta se debe a varios factores, entre ellos las inflexibilidades laborales del mercado que impiden que las mujeres se empleen en ocupaciones mejor remuneradas, ya que son ellas quienes se ocupan de las labores domésticas, de los cuidados y de la crianza, en mayor medida que los hombres”.
La mitad de los trabajadores de la región percibe ingresos iguales o inferiores a $600 mil mensuales, lo que revela un techo persistente que afecta de manera particular a las mujeres, cuya mediana salarial se ubica muy por debajo de ese límite.
“Dado que en Biobío los ingresos están bajo la media, nos hemos transformado en exportadores netos de capital humano, sobre todo por el número importante de universidades. Por la misma razón de ingresos medios bajos, muchos profesionales y técnicos que viven en la reg. del Biobío, se trasladan semanalmente a trabajar a otras regiones, sobre todo a las mineras del norte del país”, indicó el director del Observatorio.
En términos agregados, la masa total de ingresos alcanzó en 2024 los $543,5 mil millones, superando los $504,6 mil millones del año anterior. Sin embargo, la distribución sigue siendo desigual: $349,2 mil millones corresponden a hombres y $194,4 mil millones a mujeres, lo que equivale a una brecha del 44,3% en su contra.
Mikel Capetillo, presidente de la CUT Provincial Concepción, señaló que “a nivel de CUT nosotros creemos que esta situación está mal pero refleja la situación que tenemos en el país. Esto porque efectivamente las remuneraciones no son altas. Por ejemplo, en ASMAR, las remuneraciones de los especialistas, un trabajador en promedio gana 2 sueldos mínimos, pero sin sacarle las imposiciones, luego de sacarlas vemos el reflejo de los bajos sueldos.
“Los empresarios pagan el sueldo mínimo y un poco más. Confirmamos la situación, entonces el empresariado que tenemos en la zona es muy avaro, no agradecen que la riqueza que ellos generan, es por los trabajadores y trabajadoras”.
Ricardo Torres Hinojosa, trabajador de una empresa industrial de Talcahuano, comentó que “la frase ya es media cliché, pero no por eso deja de ser cierto. Aumenta el costo de la vida pero los sueldos siguen igual. Yo estoy dentro del promedio que dicen (entre 600 mil y 800 mil pesos), pero creo que deberían subir un poco, debería ir reajustando constantemente”.
Javier Sepúlveda, seremi de economía de la Región del Biobío, comentó que “es fundamental que la riqueza que es generada por el trabajo y todos los trabajadores sea distribuido de manera más justa entre todos quienes participan en la creación de esa riqueza y eso implica un compromiso mayor tanto desde el sector público como privado para garantizar salarios dignos y condiciones laborales equitativas”.
“Un pilar fundamental para avanzar, son los mecanismo de inclusión para todas aquellas personas que han estado excluidas por los procesos de desarrollo económico, es decir, debemos fortalecer los organismos estatales para que quienes han sido históricamente excluidos de la economía, como las mujeres, los jóvenes, los adultos mayores o las personas de sitios rurales”, comentó jefe de la cartera de economía en el Biobío.