Sara Cepeda, presidenta del gremio se refirió a la aprobación de la nueva normativa. Productividad e implementación paulatina siguen siendo puntos de interés en distintos sectores.
Siguen las reacciones tras la aprobación del proyecto de ley para reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.
Es que la normativa no solo contempla este cambio de tiempo dedicado al trabajo, sino que además abarca la posibilidad de labores repartidas en modalidad cuatro por tres.
Una de las cosas que ha marcado al comercio tradicional del centro de Concepción es que desde el estallido social hasta la fecha se perdió el horario de atención hasta las 20.00 horas. Una cuestión totalmente ligada a las condiciones de seguridad y que se acentúa mucho más desde el año pasado con la falta de locomoción colectiva en la intercomuna.
En este sentido, es que la presidenta de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo A.G. de Concepción, Sara Cepeda dijo que uno de los desafíos inmediatos como gremio es el adaptarse a estas 40 horas, y con ello saber distribuir las labores en una jornada ordinaria.
“Lo que vamos a tener que trabajar es cómo poder aprovechar las horas muertas del comercio”, comentó.
“Me refiero a las horas iniciales. Si el comercio abre a las 9.30 horas, ahora abrir a las 10.30 horas; o al cierre en vez de cerrar a las 19.00 horas hacerlo a las 18.00 horas”, agregó Cepeda.
Otro de los puntos que observan desde el comercio tradicional penquista es el hecho que durante décadas ha funcionado de lunes a sábado, con el respectivo pago de horas extras.
Esto se ha mantenido, dice Cepeda, en parte porque “competimos contra el retail que opera de lunes a domingo”.
Paula Valverde, presidente de la Asociación de Marcas del Retail dijo que “entre las 10 y 11 de la mañana y las 20.00 y 21.00 horas, la afluencia de público es muy baja. Eliminar esas horas “muertas” en la atención evitará que se generen mayores costos que perjudiquen la viabilidad y rentabilidad de empresas”.
Para el Dr. Luis Méndez, director del Observatorio Laboral Sence, la reciente aprobación del Congreso significa que “Chile se está poniendo a tono con la realidad de muchos países desarrollados. En Europa esta legislación tiene 40 años, incluso hay países que trabajan 38 horas”.
La productividad es una de las cosas que concentra mayor atención. Algo que comparten en el caso del comercio penquista tradicional, como en la gran industria, y que el Dr. Méndez también identifica.
“Las empresas tienen sus planes de trabajo, proyectos y ahora tendrán que hacer lo mismo en menos tiempo. Eso significa más eficiencia. Las empresas van a tener que organizarse, disponer de sistemas de turno de modo que la misma labor que se hacía en 45 horas ahora será en 40”, detalló el también académico de la Universidad del Bío-Bío.
Vale recordar que la meta del Gobierno es que la nueva ley esté promulgada a más tardar para el 1 de mayo, jornada donde se conmemora el Día Internacional del Trabajo. Esto significará el punto de inicio de la implementación de la norma, por un periodo de cinco años.
Desde la gran industria, Juan José Ugarte, presidente de la Corporación de la Madera (Corma), expresó que “es muy importante abordar el desafío de manera gradual y flexible, acompañando a las Pymes en este proceso de transición, para que también sea una buena noticia para ellos, que son el 65% del empleo formal en nuestro país”.